Irene Rosales defiende con todo a Kiko Rivera por no ir a la boda de su prima
La mujer del DJ ha justificado, esgrimiendo un motivo incuestionable, la ausencia de los dos en el controvertido enlace de su prima en la isla de La Graciosa.
La ausencia de Kiko Rivera e Irene Rosales en la boda de Anabel Pantoja y Omar Sánchez ha sido de lo más comentada. Y aunque han sido muchos los detalles que han trascendido sobre ese supuesto desplante, faltaba una declaración rotunda e incuestionable como la que ha realizado Irene Rosales.El hijo de Isabel Pantoja no tenía ningún ánimo de estar de fiesta cuando se acaba de morir su abuela y además, se acaba de reencontrar con su madre después de estar más de un año sin hablase con ella. Pero aun así las críticas y los comentarios despectivos han arreciado.
Tanto es así, que su mujer ha decidido zanjar los ataques con una contundente declaración en las redes. "Única aclaración que voy a hacer respecto al tema de por qué no he ido a la boda de Anabel y Omar. El año pasado yo perdí a dos personas que amo con locura y quien estuvo ahí, arropándome, sin la necesidad de tener que estar charlando o mirándonos, fue mi marido. En esos momentos en los que pierdes a un ser querido no tienes ganas de nada, pero el saber que tienes cerca a tu compañero de vida para cualquier cosa, te da refugio, calor y amor", comienza escribiendo Rosales.
"Os puedo asegurar que me ha dado una pena enorme no acompañar a Anabel y Omar en su día tan especial puesto que yo lo tenía todo organizado y todos íbamos a disfrutar mucho, pero la vida a veces te da un golpe y te cambia todo por completo. Hay que respetar cada opinión y formas de afrontar cada circunstancia. Por eso pido que respetéis cada decisión, yo he querido estar con mi marido y no me arrepiento de ello porque sé que me necesitaba y ahí estaré siempre para todo", concluye la colaboradora.
De esta manera, Irene Rosales ha dejado claro que su lugar es estar al lado de su marido porque así lo siente. Para Kiko Rivera ha sido un impacto muy grande el hecho de enfrentarse a la muerte de su abuela y reencontrarse con su madre el mismo día. Todo un terremoto de emociones.