Doña Letizia reaparece mientras al "jefe" de su sobrina le acusan de dos delitos
La Reina impactó a propios y extraños con todo un despliegue de estilo en su viaje a Suecia pero ha vuelto muy discreta. Nada que ver con la gente que da trabajo a Carla Vigo últimamente.
Con los espectaculares y elegantísimos looks con los que la Reina Letizia impactó en su viaje oficial a Suecia la semana pasada (desde su conjunto con tocado y capa a su impresionante diseño de gala de H&M en tul azul, pasando por su delicado vestido rosa con detalles florales en relieve) todavía muy presentes, la monarca retomó este martes sus compromisos oficiales en España y lo hizo recibiendo en el Palacio de la Zarzuela, con el Rey Felipe VI, a la tenista Garbiñe Muguruza, antes de mantener una reunión con la Comisión Delegada de la Fundación Princesa de Girona.
Garbiñe se convirtió en Maestra del circuito femenino de tenis el pasado 17 de noviembre al vencer a la estonia Anett Kontaveit en el torneo Akron WTA Finals Guadalajara (México), siendo la primera tenista que consigue este hito en nuestro país.
Una hazaña sin precedentes por la que los Reyes quisieron felicitarla en persona, recibiéndola en audiencia en el Palacio de la Zarzuela en su primer acto conjunto tras su reciente viaje de Estado a Suecia. De lo más cercanos y orgullosos con Muguruza, Don Felipe y charlaron amigablemente con la primera Maestra del Tenis femenino español antes de posar con ella en una fotografía para el recuerdo.
Si Garbiñe optó por lucir un elegante y sencillo vestido midi sin mangas en color rojo, la Reina apostó por volver al look en clave work más sobria tras su despliegue de elegancia en Estocolmo. Así, Doña Letizia recicló de su impresionante vestidor un traje sastre de Carolina Herrera en color verde botella que estrenó en octubre de 2019. Un conjunto sobrio y clásico que combinó con una blusa blanca de Hugo Boss con lazada delantera y unos salones bicolor de Magrit.
El "jefe" de Carla Vigo, sobrina de la Reina Letizia, en el disparadero judicial
Y mientras la Reina Letizia volvía a copar titulares tras su regreso de Suecia, el último jefe conocido de su sobrina Carla Vigo hacía lo propio pero por motivos bien diferentes.
Rafael Amargo, que contrató a Vigo para su debut en los escenarios en su obra Yerma, ha sido acusado formalmente de organización criminal y presunto delito de tráfico de sustancias.
El Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid ha terminado la investigación contra el bailaor concluyendo con que hay indicios suficientes para acusarlo de un supuesto delito contra la salud pública por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal, sosteniendo que el artista sería el cabecilla de la trama ya que su vivienda en el centro de Madrid sería el centro de operaciones para la venta de estupefacientes.
Un duro varapalo para Rafael Amargo, que, sin embargo, no parece preocupado por estas conclusiones del juez instructor de su caso que podrían complicar y mucho su futuro legal: "Gracias a Dios estoy bien y estoy tranquilo, pero claro, aquí hay mucha mala leche", añadió, dejando claro que "quien no tiene nada que esconder tranquilo tiene que estar, lo que pasa es que hay que andar por otros lados y ver dónde está aquí la maldad y las ganas de hacer daño, pero yo estoy muy tranquilo como me ves".