Rocío Flores, cansada, pulveriza la imagen de las feministas de "chichinabo"
La hija de Rocío Carrasco ya está harta y no ha dudado en tomar medidas rotundas para hacérselo saber a todo el mundo, con la connivencia de su tía favorita, que la apoya a muerte.
Rocío Flores, cansada, pulveriza la imagen de las feministas de "chichinabo" from ESdiarioTV on Vimeo.
Harta de los ataques que recibe a diario por parte de sus haters en redes sociales tanto por su físico como por sus polémicas familiares (por su nula relación con su madre,, o por la separación de su padre y Olga Moreno, entre otras cosas) Rocío Flores ha dicho basta.
Lo ha hecho con una reflexión publicada en su cuenta de Instagram que su tía Gloria Camila, totalmente de acuerdo con las palabras de su sobrina, no ha tardado en repostear.
"Cada día me asombro más de la cantidad sobre todo de mujeres que os dedicáis en redes sociales a fomentar el odio y a discriminar a otras mujeres con mensajes sobre el físico de cada uno o haciendo juicios morales a personas que ni conocéis", comienza su denuncia pública, confesando que lo que más le sorprende de los ataques que recibe es que "la mayoría de las que hacéis este tipo de cosas en redes sociales os consideráis feministas. Es lo más heavy. Es triste pero es la realidad que yo vivo en mis redes sociales".
Rocío Flores recuerda que los personajes públicos también son personas
Indignada y muy dolida Rocío ha mandado un mensaje a sus haters dejando claro que "las personas que somos personajes públicos somos personas". "Se os olvida muchas veces que estar expuestos a muchas cosas no equivale a tener que aguantar las barbaridades que se escriben", continúa, lamentándose de que a pesar de lo duro de los ataques que recibe "muchas veces no tienen consecuencias. Triste pero cierto".
Un texto mucho más sincero de lo que la hija de Rocío Carrasco acostumbra a publicar en redes sociales y con el que demuestra que, cansada de las feroces críticas que sufre por parte sobre todo de mujeres en redes sociales, no está dispuesta a seguir sufriendo en silencio.