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El incontrolable ataque de risa de Sandra Barneda que nadie entendió en plató

La presentadora tenía motivos para estar contenta, eso es cierto, pero lo que le sucedió en vivo y en directo no lo terminó de comprender ni su propia pareja, Nagore Robles, alucinada.

Sandra Barneda no podía ni hablar de la risa.

Publicado por
Candela Alba

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Desde luego motivos para reírse sí que tenía este lunes noche Sandra Barneda en El Debate de las Tentaciones de Cuatro porque la cadena de Mediaset logró liderar el prime time con un 12.1% cuota de pantalla y 1.079.000 espectadores.

Sin embargo, pocos de los colaboradores presentes, por no decir ninguno entendió del todo qué es lo que le pasó a la presentadora cuando, de repente, en pleno directo sufrió un ataque de risa que le impidió hasta hablar durante algunos segundos en los que, eso sí, contagió sus carcajadas ante unos atónitos tertulianos, que se preguntaban entre ellos "¿qué le pasa?". Ni su pareja, Nagore Robles, que estaba al lado, terminó de comprender lo que estaba pasando.

Todo porque Barneda estaba hablando sobre la relación de Rosario y Álvaro cuando, de repente, a la presentadora le dijeron algo por el pinganillo que le hizo muchísima gracia y que hizo que hasta se le saltaran las lágrimas. No se sabe qué le dijo la directora por el pinganillo, pero lo que quedó claro es que la pilló por sorpresa.

Bombazo de infidelidades en "La Isla de las Tentaciones"

Por lo demás, durante el debate se descubrió un auténtico bombazo: Sandra le fue infiel a Darío poco antes de entrar en La isla de las tentaciones. Sergio, uno de los solteros expulsados, acudió al plató a dar detalles de lo ocurrido: el chico con el que Sandra se lió es su exnovio y Darío no tenía ni idea de lo ocurrido.Vamos, que la propia prima de la de Alicante confirmó los cuernos.

Todo el plató se quedó helado con la información porque no se esperaban ese comportamiento de Sandra, sobre todo cuando afirmó que iba al reality a poner a prueba a su chico. Pero ante los comentarios de los presentes, Sandra Barneda lanzó un aviso muy claro: "Aquí miente hasta el apuntador".