Pedimos perdón por las informaciones sobre Rocío Carrasco
Una cosa es la ficción y otra la realidad. Dos esferas que se intentan maquillar pero el tiempo tiene la última palabra. Las Campos están enfadadas. Y no es por la boda. Viene de atrás.
La ha salido a la luz. La ha puesto de manifiesto el cariño que se profesan. Al menos de manera unilateral. De Carrasco a las Campos. Las Campos estaban confundidas. Y se han dado cuenta esta semana. Están enfadadas pero aún mantienen las formas. La realidad es otra. Se empiezan a percatar que Carrasco no es lo que habían considerado durante años. Lejos de su realidad. Las Campos están decepcionadas con la que era "otra hija". Más de ficción que realidad. "La tercera hija" no existe. Hay un tercer hijo, Gustavo Guillermo.
Llegado a este punto hay que pedir perdón. No a Rocío Carrasco. Perdón a los lectores de ESdiario porque hace unos días publicábamos que estuvo en el último cumpleaños de quien se ha dicho que era "su segunda madre", Teresa Campos. En esta publicación señalábamos que estuvo en la onomástica. La ausencia era de Fidel Albiac. El ser de luz estaba con temas sanitarios de la actualidad, según confirmaron a la familia Campos en aquellos momentos.
ESdiario contó la verdad. A medias. Ahora podemos asegurar que Carrasco tampoco estuvo en el último cumpleaños de Teresa Campos. El más difícil de los últimos lustros. Ni el marido ni la esposa. "La segunda madre", se quedó sin la visita de "la tercera hija". Desde aquel día, la presentadora y su familia empezaron a pensar que estaban confundidas del cariño que profesaba la hija de La Más Grande.
Ni Fidel Albiac ni Rocío Carrasco estuvieron en el último cumpleaños de Teresa Campos
Aquel 18 de junio, Fidel Albiac llama. Es el que llama siempre. Y el que recoge las llamadas. Y llama a la casa de Teresa. Y comenta que no puede asistir pero que su mujer podría acudir si la recoge en su casa el personal de servicio de las Campos. Al grano. Pretende que paguen el traslado. Ida y vuelta. Y gratis claro. Y sin propina. Eso es de otras clases. El chófer es más que chófer. Es su verdadero tercer hijo. Y no la otra.
El chófer tiene nombre. Y es Gustavo Guillermo. Aquella petición no pudo ser y Rocío Carrasco decide no asistir al cumpleaños de la mujer que le dio la oportunidad de su vida. Tener un oficio en la televisión. Ni uno ni otra fueron al cumpleaños de Teresa Campos. Desde aquel día las relaciones son frías. Distantes. Ya no son lo que eran. Si es que alguna vez fueron algo en la realidad. Una cosa es la ficción televisiva y otra la realidad. Dos esferas distintas que se intentan maquillar pero el tiempo tiene la última palabra. Casi siempre. La familia Campos está muy enfadada con Carrasco. Y no es por la boda. Viene de atrás. Han abierto los ojos.