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Maite Zaldívar revela cómo fue su estancia en la cárcel y su pandilla de amigas

La exmujer de Julián Muñoz ha desvelado cómo era su día a día en prisión, sus tareas asignadas y sus “peligrosas” amistades entre rejas

Maite Zaldívar (Mediaset)

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Después de que estallase el conocido como “Caso Malaya” que investigó la corrupción instaurado en el seno del ayuntamiento de Marbella, tanto su alcalde, Julián Muñoz, como la que fuera su esposa, Maite Zaldívar, ingresaron en prisión. Ambos habían cometido corruptelas, pero Zaldívar obtuvo una pena menor: más de tres años de cárcel.

Fue condenada por blanqueo de capitales, motivo por el que ingresó en prisión el 27 de octubre de 2014, diez años después de su divorcio del alcalde andaluz. Una temporada entre rejas que Maite Zaldívar ha narrado por primera vez ante las cámaras de Telecinco en una serie documental que se estrenó este viernes, después de dos entregas de la misma “docuserie” desde el punto de vista de Julián Muñoz.

En esta ocasión Zaldívar ha confesado cómo fueron esos primeros meses en la cárcel: “La primera noche no pude dormir nada, me metieron en una celda con una mujer mayor que no sabía hablar absolutamente nada de español y que se movía con dificultad, iba con un andador y hacía ganchillo (...) A los tres días conocí a una chica encantadora que habría cometido sus delitos pero para mí era una chica excelente, le pedimos el cambio de celda a los funcionarios y me lo concedieron, nos pusieron juntas”.

Una confesión que acompañó diciendo: "Para mí entrar en la prisión fue una liberación, a cada paso que daba hacia mi celda soltaba plomo, me quité un gran peso de encima (...) De la cárcel aprendí muchas cosas, una de ellas que también allí hay personas buenas”. Y hasta ha confesado que la cárcel, en parte, tuvo sus cosas positivas.

"Me di cuenta de que no podía estar sin hacer nada, tenía que moverme y ser de utilidad, empecé a ayudar al profesor de la prisión y enseñé a una señora mayor a escribir”. "Formábamos una cuadrilla y jugábamos todos los días al parchís”, ha confesado, al mismo tiempo que, en ocasiones, veía a Julián Muñoz: "Trasladaron a aquella prisión a Julián, yo le veía en el patio paseando aunque al principio no le reconocía, aquel señor mayor y delgado no se parecía en nada al señor con el que yo me había casado”.