Cuando Rocío Carrasco apoyó a Ortega Cano en el accidente pero no a sus hermanos
Es la última estocada que ha querido dar la hija de Rocío Jurado al que fue su padrastro. Un disparo dialéctico que llega directamente al corazón del diestro cartagenero y oculta otras cosas
Rocío Carrasco en "Montealto".
"No bebo, no cojo coche". No es el lema de la nueva campaña de la Dirección General de Tráfico en vísperas de Navidad. Muy distinto. Es la última estocada que ha querido dar . Un disparo dialéctico que llega directamente al corazón del diestro cartagenero.
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Carrasco ha querido recordar el accidente que tuvo el matador de toros aquella noche del 28 de mayo de 2011 y que le constó la vida a Carlos Parra. El peor momento para Ortega Cano como ha reconocido en reiteradas ocasiones.
La mujer de Fidel Albiac ha querido comparar dos situaciones de existencia. Su vida, asegurando que ha tenido un comportamiento "irregular" pero no ilegal. La palabra ilegal la lanza directamente a José Ortega Cano. Esta ilegalidad le costó pena de prisión en Zaera (Zaragoza). El torero pagó por su ilegalidad. Rocío tan sólo recuerda el capítulo con la intención de quedar por encima de Ortega Cano en cuanto a ejemplaridad de vida. En cuanto a hechos condenados por la Justicia así es. Los no condenados no se pueden compatibilizar.
Cuando Ortega Cano tuvo el accidente Rocío Carrasco le visitó muchas veces
Todo esto ha ocurrido este fin de semana. Hace años, la reacción de Carrasco fue distinta. Durante el tiempo que el torero estuvo en el hospital sevillano Virgen Macarena, la hija de Rocío Jurado fue en infinidad de ocasiones a visitar a un convaleciente Ortega Cano. Estuvo muy pendiente e implicada en la recuperación.
Una vez trasladado a Madrid, las visitas continúan por parte de Rocío Carrasco y compañía. No fue una. Ni dos. A veces había 4 o 5 visitas por semana. Durante mucho tiempo. Hasta casi el final cuando José Ortega Cano regresa de nuevo a Sevilla a la finca Yerbabuena. Antes de su marcha, Carrasco decide perder el contacto con el viudo de su madre y con sus hermanos. Del todo a la nada. Algo pasó en la casa de Madrid en la última visita de Rocío que todo terminó. Quizás lo descubramos en algún habitáculo de Montealto.
José Fernando y Gloria Camila no fueron cuidados y atendidos durante la recuperación por parte de Rocío Carrasco. Lejos de la realidad. A los pequeños los atendió Gloria Mohedano y su marido José Antonio que eran quienes vivían en Sevilla.
Los tres hermanos del torero, Carmen, Paco y Conchi también estuvieron muy pendientes de los dos menores. Los hermanos viven en Madrid pero permanecieron largas temporadas en la capital hispalense durante la convalecencia del maestro. Todos con los pequeños, los Mohedano y los Ortega Cano. Rocío Carrasco no.