Manu Sánchez, el niño que no tenía futuro y consiguió su sueño

Fue una tarde del día de San Sebastián de hace 28 años. Un día 20 de enero. Aquella tarde Manu Sánchez llamaba a la vida. Su madre se encuentra en Belvis de la Jara (Toledo). No habían transcurrido aún los 9 meses de gestación. Tan sólo 6. El hospital La Milagrosa de Madrid fue el lugar donde llegaba al mundo. No fue lo importante los 6 y no los 9. Un 68 por ciento de discapacidad deja helada a la familia en una tarde fría de invierno. Ese frio que congela el sentimiento. Y no el frio propio de recibe comenzado el año.

Larga travesía por diferentes terapias, hospitales y países por parte de Manu y sus padre, Tote y Clara. Rusia también fue visitado en busca de soluciones. Algo se halló. Algunos cambios físicas se instalan en su persona. Y para mejor. Y algún cambio se produjo. El futuro no pintaba bien. Una sociedad no montada para personas con discapacidad. El esfuerzo del protagonista y su gente, su familia al completo, sus abuelos y sus tías, crearon un horizonte y un futuro igualitario para Manuel.

“La vida te pone límites, los obstáculos los pones tú”, es el lema que ha servido a Sánchez para empezar una nueva vida. Un nuevo rumbo con un antiguo y conocido oficio para la familia. Comerciante y empresario. El mimos que el de sus abuelos paternos Cándido y Pilar. El matrimonio tuvo durante 63 años una tienda de manteles de lagartera en la propia mancha de donde son oriundos.

El tiempo ha pasado y las ventas han cambiado. Manu Sánchez abre en junio de 2021 su primera tienda en Aguamarga (Almería) donde predomina la cerámica de Níjar y Murcia. Y las jarapas. Todo lo que se puede adquirir en este local es producto nacional. Durante el verano, Manu consigue su sueño. Se vale por si sólo. Su silla de ruedas no se lo impide. Un negocio donde Sánchez da la cara y el cliente compra y envuelve su regalo adquirido.

El proyecto vital de este joven emprendedor no queda ahí. Hace una semana abre otra tienda y su segunda con el mimo nombre 'El que faltaba'. Se ubica en el Rastro de Madrid en la calle San Cayetano número 3.

El pasado día 12 de febrero se cortaba la cinta de apertura. También su silla de ruedas fue protagonista para los invitados y allegados que quisieron acompañar al niño que nació en La Milagrosa y un milagro llamado 'esfuerzo' le permitió tener otra vida distinta a la que el azar caprichoso le había designado.