María Patiño se rompe porque le llamaron “mala madre” por no criar a su hijo
La presentadora de Telecinco habla por primera de voz de forma abierta del señalamiento que sufrió en su día por ir a trabajar a Madrid sin su hijo
María Patiño no suele ser de esas presentadoras que les gusta compartir su vida. En redes sociales suele medir mucho sus publicaciones y, como suele ser normal, es muy celosa de su intimidad. Pero en esta ocasión, la periodista de Telecinco ha roto con esta línea y ha desvelado muy emocionada cómo se sintió en su día por unas acusaciones relacionadas con su hijo.
Y es que, durante el debate posterior a la emisión de ‘Lo siento, mi amor’ en Telecinco, la serie documental sobre Rocío Jurado y su hija, María Patiño se emociona haciendo una reflexión recordando que en su día la tacharon de ‘mala madre’ por, simplemente, ir a buscar trabajo para mantener a su familia.
“Estoy emocionada porque ella habla de dos cosas que yo he vivido, estando en una generación diferente. Por un lado, yo me he vestido de una manera muy particular, vivía con cierta culpa la manera de llevar un escote o llevar una minifalda pero, después, el hecho de no criar a mi hijo, por tener que trabajar en Madrid, me ha supuesto una carga importante de ser señalada como mala madre”, ha asegurado Patiño.
“He mirado hacia abajo durante mucho tiempo porque creía que realmente era una culpa y, en ese sentido cuando escucho a Rocío Jurado te das cuenta que es algo que todavía no se ha superado y que hace mucho daño”, ha añadido la periodista de Mediaset.
“¿Contra eso una qué hace? Pues te rebelas. Mis circunstancias personales me llevaron a buscarme la vida en Madrid. Me hacían dudar si estaba haciendo lo correcto, pero con el paso de los años me di cuenta de que lo que hacía estaba bien y la persona que está a mi lado me lo ha hecho saber, y eso es importante”, ha subrayado Patiño.
Un recuerdo muy personal que zanjó diciendo que “las palabras hacen tanto daño que hicieron en mi un daño de autoestima, creo que he dejado de tener ese miedo que me permite contarlo y lo cuento porque mis padres ya no están”.