La relación entre Edmundo Arrocet y el Papa Ratzinger que nadie conocía
Está claro que el cómico exnovio de María Teresa Campos es una caja de sorpresas que parece no tener fin. No en vano dejó con la boca abierta a veteranos como Andrés Pajares o Josema Yuste.
Edmundo Arrocet donó su bufanda amarilla.
Una bufanda. Y de color amarillo. El color que caracteriza al Estado Vaticano. Esta prenda es el nexo en común entre el ex de María Teresa Campos y el representante máximo de Dios en la Tierra. Madrid. 14,30 de la tarde. Jueves. Bingo Las Vegas. Ha tenido lugar la segunda edición de los premios de los cómicos, Los Óscar de los Cómicos. Todo bajo la supervisión de Pedro Martínez (Alcanto Producciones) y su mano derecha en las relaciones públicas, Isabel Roba.
Muchas caras de la comedia de nuestro país quisieron asistir al evento. Andrés Pajares, Emma Ozores, Quique Camoiras, Rosa Valenty (actualmente la cara visible del Bingo Las Vegas) y Josema Yuste en calidad de presentador. Y en representación de la política madrileña, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
Los premiados en esta edición han donado un objeto personal. Andrés Pajares entregó una obra de su colección. Edmundo se olvidó de llevar nada. Improvisó de inmediato. En ese momento. Y le salió bien la jugada.
La bufanda que el Papa Ratzinger regaló a Edmundo Arrocet
El colaborador del extinto Un, dos, tres, responda otra vez se quitó su bufanda amarilla y comentó ante el público que era una bufanda que le había regalado el Papa Ratzinger. En ese momento, la subasta subió hasta la cantidad de 1.000 euros. Muchos apostaron y finalmente se lo quedó el personal directivo del Bingo las Vegas.
El momento emotivo también tuvo cabida en el almuerzo. Y este momento lo protagonizó Edmundo Arrocet, quien dedicó su premio a la querida y desaparecida recientemente Begoña Sierra, la mujer que hizo del Bingo Las Vegas un hogar para muchos cómicos y amigos. El templo de la amistad.
Begoña Sierra se iba para siempre a finales del 2021 después de una larga enfermedad. Sus 121 empleados la siguen recordando y emocionando cuando se habla de ella. Empresaria y verdadera feminista sin bandera ni pancarta. Lejos de las nuevas mujeres que creen que portan algún mástil aún sin bandera. En el ambiente de Las Vegas en su Bingo se sigue respirando a Begoña Sierra.