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El suculento cheque ante el que una Ana María Aldón, harta, terminó sucumbiendo

Como todo en la vida, los actos tienen consecuencias y la principal es que el matrimonio de la diseñadora con José Ortega Cano se ha enfriado hasta tal punto que apenas hacen vida común.

Ana María Aldón ya está cansada.

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¿Está roto el matrimonio entre Ana María Aldón y Ortega Cano? Esa es la gran pregunta que nos hacemos todos desde que el pasado miércoles la mujer del torero sorprendiera con su portada en la revista Lecturas.

Consciente de que se ha convertido en todo un personaje de la prensa rosa, la revista extendió un suculento cheque ante el que la mujer del diestro sucumbió. Eso y el hartazgo de una mujer que está cansada de recibir todo tipo de desplantes públicos y privados por parte de todos los satélites que se mueven en torno a su marido y a la gran Rocío Jurado.

Cansada también de que le den instrucciones desde los platós de cómo tiene que vivir su vida, cómo tiene que comportarse y qué debe o no decir. Y todo ello además de la cifra económica cobrada hizo que la Aldón diera una gran entrevista en la que no dejó títere con cabeza.

Si he de ser sincera, los titulares no son la primera vez que los escucho, porque ella se ha manifestado así en público y lo repite en privado cuando las cámaras dejan de grabar. Ana María no tiene un doble lenguaje y no se corta en dar los pasos necesarios para contarle al mundo que su libertad como mujer y su capacidad de decidir sobre su presente y futuro, no la va a alterar ya nadie.

El matrimonio de Ortega Cano y Ana María Aldón se ha enfriado muchísimo

Pero como todo en la vida, los actos tienen consecuencias y la principal es que su matrimonio con Ortega se ha enfriado hasta tal punto que apenas hacen vida común. Quizás sean los horarios o las obligaciones de uno y otro los que les separan físicamente, pero lo cierto es que los compañeros que siguen a la pareja ya se están acostumbrando a que Ortega y Ana pasen muchas horas por separado y que captar una imagen de los dos en armonía, es cada vez más complicado.

La gota que colmó la paciencia de Aldón tuvo lugar este sábado cuando llamó en directo . Conchi lejos de calmar las aguas dejó claro que la esposa de su hermano no es "santo de su devoción" y aireó que la relación de su cuñada con su hermano Paco, era nula. Un dato que negó hasta la saciedad Aldón. Pero lo que no quiere, ni puede perdonar jamás la mujer del torero es que se dudara de que "Ortega Cano es el padre de mi hijo".

Por eso ha necesitado desde la tranquilidad que da una entrevista escrita, hablar alto y claro sobre lo que piensa y siente de verdad. Sus palabras no han gustado al diestro, que hasta el momento prefiere guardar silencio público, pero su cara es un auténtico poema.

Consciente del malestar de su padre, Gloria Camila insiste desde su puesto en un plató en que Ana María "debe lavar sus cosas en casa". Una declaración curiosa cuando ella, su sobrina y la tía de ésta tienen como principal fuente de ingresos precisamente el lavar sus trapos en público y cuanto más mejor. Las reflexiones de los personajes son así, nunca dejarán de sorprenderme sus incoherencias.

Pero las cuentas no las ha saldado solo con la familia de su marido. Ana María Aldón tampoco se ha olvidado de la opinóloga de todo menos de lo suyo, A ella ha querido recordarle que es una de las personas que "más daño la hizo" en Supervivientes. Allí "la niña", dejó caer que Ana María podía estar buscando algo más que una amistad con su compañero de isla, Antonio Aldón.

Tampoco olvida la victimización constante de la hija de David Flores a lo largo del concurso, acusando a Ana María de no dar la cara por ella a pesar de "formar parte de mi familia". Una situación que descolocó a una Aldón que más tarde y ya en España, confesó que sólo había visto dos veces en la vida a Rocío Flores Carrasco. Ana María está convencida y repite siempre que sale el tema que "ella perjudicó mi concurso" porque lo dice sin pelos en la lengua cada vez que sale el tema y sinceramente razón no le falta.