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Eyre destapa el desliz que acabó con la relación de Corinna y Don Juan Carlos

Ahora que el Emérito y la princesa alemana vuelven a estar de plena actualidad la periodista especializada en Casa Real ahonda en el verdadero motivo que dio al traste con su relación.

Corinna Larsen no perdonó la infidelidad de su pareja.

Publicado por
Maribel Fernández

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Ahora que vuelven a estar de plena actualidad los dos por sus problemas judiciales, Pilar Eyre recupera en su blog de Lecturas la relación entre el Rey Juan Carlos y Corinna Larssen y cómo llegó a su fin.

Según la periodista especializada en Casa Real, la Infanta Elena fue la primera en conocer la relación y se lo contó a sus hermanos. El que más sufrió al enterarse fue Don Felipe, muy unido a su madre.

Pero a pesar de ello los entonces Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, acudieron a los premios organizados por Corinna en Barcelona. Eso sí, se negaron a cenar con ella, algo que sí hicieron la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, a juicio de Eyre, porque el exduque esperaba que le ayudara a promocionarse en la esfera internacional.

La Reina Sofía llegó a preocuparse con la foto de familia con Corinna

Cómo sería, que la foto de familia posando con Corinna "preocupó a Sofía, ya que le demostró que esta amante no iba a ser tan inocua como otras y vio peligrar su estatus de Reina".

El problema, de hecho, no fue la Reina Emérita. Según Pilar Eyre, la relación se vino abajo "cuando ella descubrió que Juan Carlos, que entonces tenía 72 años, le era infiel con una señora de Valencia".

En ese momento "Corinna se puso furiosa, dejó Madrid y se trasladó a vivir a Londres con su hijo. A pesar de eso, cuando el Rey se sintió mal y tuvo que ser intervenido en Barcelona a vida o muerte, corrió a su lado, mientras Sofía permanecía tranquilamente en su casa, y de la valenciana nunca más se supo".

Emocionado y agradecido, el Rey Emérito le propuso boda por primera vez y le dijo que había maneras de arreglar lo de su matrimonio con Doña Sofía. Don Juan Carlos siguió insistiendo incluso después de lo de Botswana, le hacía regalos, dinero, pisos, lloró y suplicó... "pero la alemana no cedió porque, según dijo, su amor murió para siempre cuando se enteró de que le había sido infiel. No pudo perdonarlo".