¿En qué consiste la readmisión de Paz Padilla?
Después de que Mediaset diese su brazo a torcer, ESdiario desvela los entresijos de la readmisión de la expresentadora de Sálvame y cuál podría ser su futuro en el grupo audiovisual
Paz Padilla es a los medios de comunicación lo que Morante de la Puebla a la Maestranza. La comunicadora gaditana ha cortado las dos orejas y un rabo y se le ha abierto la Puerta del Príncipe en la cruzada judicial que ha mantenido estos últimos tres meses con la empresa en la que trabajó durante 13 años, Mediaset. Trabajó y vuelve a trabajar. Readmisión en el acuerdo judicial que ha tenido lugar horas antes de comenzar el juicio de este pasado 10 de junio en los Juzgados de lo Social de Madrid.
Desde un punto de visto jurídico en la jurisdicción social, esta readmisión en un acuerdo judicial es equivalente a una sentencia con fallo de despido nulo. En el despido nulo según recoge el Estatuto de los Trabajadores se reconoce la readmisión inmediata del trabajador a su puesto de trabajo. El despido improcedente es diferente, no hay readmisión pero se tiene que abonar el salario integro al trabajador del contrato. Mediaset era consciente de lo improbable, y muy improbable, que el despido de Paz Padilla fuera sentenciado como procedente. Por cómo se produjo y en qué contexto tiene lugar. Ahí radicaba la prueba documental del abogado de Paz Padilla. La actriz no tenía “abogados”. Tenía abogado en singular. Ahí radica la verdad entre “mis abogados” y el silencio y ejecutar decisiones.
En la últimas semanas Esdiario ha informado del proceso judicial y la posibilidad de acuerdo entre las partes. Más propiciado por la empresa que por el trabajador. Paz Padilla ha salido victoriosa de este proceso. Mucho más que si se hubiese ido a juicio. Con este acuerdo, Paz Padilla ha podido poner condiciones a su vuelta. Cómo, dónde y cuándo. Con sentencia tras un juicio, la readmisión es al mismo puesto de trabajo sin atender a condicionantes. El comunicado de Mediaset lo deja claro en líneas y entre líneas.
Paz Padilla volverá a su “Chusa”, a sus programas de talentos, a nuevos proyectos, a ser la cómica que hizo de programas un espacio de entretenimiento. Paz Padilla ha ganado a todos y todo. El público también ha salido victorioso. La presentadora tiene más adeptos que detractores. Muchos más. En sus seguidores. Entre compañeros son otros lares. La envidia es tan infinita como las vistas de la Alhambra o Finisterre. Ya se sabe. Paz Padilla vuelve por la puerta grande. Por la misma que se fue el día que se jugó con la intimidad más absoluta que es la salud. “Yo sé cosas pero no puedo decir”, sonaba aquella tarde en le plató. Hoy ha ganado una “la Mari Paz” y han perdido otros, “los que se alegraron de su marcha aquel 20 de enero”. La justicia entendida más allá de los leguleyos que practican el oficio del periodismo.