Raffaella Carrà ya tiene plaza ¿Y para cuándo a Tony Leblanc?
Se cumplen 10 años del fallecimiento del actor más madrileño y con la plaza de Raffaella Carrà se abre el debate de por qué no dedicar otras vías a actores españoles
El próximo 24 de noviembre se cumplirán 10 años del fallecimiento del actor más madrileño Tony Leblanc. Esta semana con la inauguración de la Plaza de Raffaella Carrà se ha abierto el debate de por qué a la italiana más española se le concede la distinción de una plaza y a otros actores con larga trayectoria en el mundo del cine no se le ha otorgado una plaza, calle o espacio escénico. Tal es el caso de Tony Leblanc, madrileño que hizo de la bandera de la capital española su gran pancarta, su gran altavoz.
Madrileño desde su nacimiento. Pocos pueden decir que han nacido en la Sala de Tapices de Goya del Museo del Prado de Madrid. Su padre era conserje del lugar y su madre fue a visitarle y allí decidió nacer el actor que tuvo tantas vidas como éxitos en su carrera. Su última oportunidad después del accidente se la concedió el actor y director Santiago Segura para aparecer en las entregas de Torrente, El brazo tonto de la ley, un papel que le regaló un Goya.
Tony Leblanc falleció en 2012. En aquel momento el ayuntamiento de Madrid está presidido por la alcaldesa Ana Botella. En aquel mandato no hubo tiempo de reconocer al actor más madrileño y español y uno de los mejores cómicos que ha dado nuestro cine. Tres años después llega al gobierno Manuela Carmena con su Más Madrid, y en 2019 es el turno del Partido Popular de José Luis Martínez-Almeida.
Del periodo intermedio se podía presuponer que no habría distinción porque lo asocian a tiempos pasados. Algunos no distinguen la cultura sin color político. ¿Y ahora qué? ¿Propondrá el grupo municipal de Más Madrid una distinción al actor como ha hecho con Raffaella Carrà o esto no van con ellos?
Siempre le quedará a la corporación municipal del gobierno actual que sea propuesta suya y rendir tributo al actor que durante años vivió en el Barrio de la Latina, justo en la calle Arganzuela, a la altura del número 18. Leblanc fue querido entre sus vecinos. Al marcharse a Villaviciosa de Odón con su mujer y parte de sus hijos, una de sus hijas se queda en el barrio de la Latina en el domicilio familiar.
Este año es un número redondo (10 años de su partida) para empezar a reconocer a los nuestros, más allá de lo que es nuestro pero que vino de fuera. Raffaella Carrà fue y será siempre la italiana más española, pero Tony Leblanc fue el madrileño más español. Es tiempo de memoria histórica de nuestro cine español.