¿Dónde está el cuadro de la polémica de Rocío Jurado?
Fue un regalo del pintor Antonio Montiel y la exMiss España Remedios Cervantes, que entonces eran compañeros de piso. En el Museo de Chipiona no está. ¿Qué dice la heredera universal?
17 de febrero de 1995. Boda de José Ortega Cano y Rocío Jurado. Es el día que llega a la vida un cuadro muy especial a la vez que polémico para las crónicas más conservadoras y almonteñas de la época. Jurado mimetizada en la Virgen del Rocío o La Virgen del Rocío con la cara de La Más Grande.
Este regalo es del pintor malagueño Antonio Montiel y la modelo Remedios Cervantes. Montiel lo pintó y Cervantes costeó el marco. En aquel momento la modelo y el pintor son compañeros de piso en Madrid. Ambos mantienen una estrecha relación con la cantante. Muy amigos. Hay una imagen que quedó para siempre marcada en la memoria de los telespectadores.
El llanto desconsolado de Cervantes en la capilla ardiente el 2 de junio de 2006 en el entonces Centro Cultural De la Villa. Hoy Sala Fernán Gómez. Aquel día muchos fueron testigos de la gran amistad de la modelo y la artista. Una muerte que llenó de tristeza a la maniquí.
El cuadro de Antonio Montiel gustó a Rocío Jurado pero no a Ortega Cano
El día que Montiel y quien fue Miss España le llevan el cuadro a Jurado,puso sus "peros" al cuadro. No le pareció del todo correcto. En cambio a Rocío le gustó y mucho. La chipionera más internacional comenta ante el artista y la compañera en el regalo en presencia que más que una Virgen parece una Reina Oriental. Y agrega que es normal porque ella es la reina de la canción española.
El cuadro pintado por Montiel estuvo 10 años en el salón de arriba de su casa de La Moraleja. Después fue al trastero. Conocido trastero por la mudanza televisada y una Rocío Carrasco con rostro triste y emocionado. Ante las cámaras. Ahora se ha inaugurado el Museo y no está en Chipiona el cuadro. Sus familiares no lo tienen. Algo lógico. Es propiedad de la heredera universal. Como si los otros dos hijos fueran del vecino del cuarto y cosa ajena.
Una cosa es ser heredera universal y otra diferente es preferir dejar pertenencias de la madre aún estando en un desván y pasar el polvo de vez en cuando antes de entregarlas a otros hijos. Cuestión de generosidad y empatía. Antonio Montiel o Remedios Cervantes también serían grandes guardianes de este cuadro pintado en 1995 y que generó tanta expectación como polémica.