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Las "amistades peligrosas" de Froilán en Ibiza: caminando por el abismo

Aunque su hermana Victoria Federica ha conseguido arrebatarle el foco mediático y la lupa con la que antes de miraba cada uno de los pasos que daba, Pipe tiene mucho donde rascar aún.

Felipe Juan Froilán, alias Pipe.

Publicado por
Maribel Fernández

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Aunque su hermana ha logrado por "méritos propios" robarle el primer plano protagonista en titulares de la familia Marichalar Borbón, lo cierto es que tampoco termina de alejarse del huracán mediático.

Tal como señala este fin de semana en LOC Beatriz Miranda, aunque Pipe (que así le llaman los suyos) mantiene un perfil más bajo "nos consta que sigue caminando por el filo", entre otras cosas porque al igual que su hermana "se relaciona con amigos del ex duque de lujo bastante mayores que él, adictos a llevar una vida a todo trapo".

Como el día y la noche, ironiza, mientras la Infanta Elena "se deja de teñir las canas en un gesto de ahorro, rebeldía ante la dictadura estética heteropatriarcal o simplemente dejadez", sus hijos se relacionan con influencers o millonarísimos, algo por otra parte lógico si se tienen en cuenta que "ha estudiado en una universidad de niños de papá a 20.000 euros el curso".

Froilán y su estrecha relación con los amigos íntimos de su padre, Jaime de Marichalar

Recuerda Miranda que Froilán vive a caballo con Londres pero cuando está en España pasa mucho tiempo en Ibiza en el casoplón de Gustavo Pérez Carballo, íntimo amigo de Jaime de Marichalar y el hombro en el que se apoyó cuando se separó de Doña Elena.

Señala la periodista que esta fue la casa de Ibiza asaltada este mayo tras una estancia de Froilán con sus amigos. Entonces llegó a decirse que planeaba un secuestro del sobrino de Felipe VI pero testigos del registro sostienen que cuando ocurrió ya estaba de vuelta en Madrid.

A pesar de todo sí "le sustrajeron material informático de su propiedad que se había dejado en su habitación, ya que es habitual que se hospede en este lugar y hay cosas que guarda en su habitación para no viajar siempre con ellas encima".

Concluye asegurando que "los ladrones buscaban un reloj de un millón de euros que no lograron quitarle a su dueño, uno de los amigos de Froilán de gustos baratitos".