Tamara Falcó e Íñigo Onieva se reencuentran en Madrid tras los últimos rumores
Pese a los rumores de infidelidad la pareja se consolida y aunque han pasado las vacaciones de verano por separado, se preparan para cumplir su segundo aniversario de noviazgo.
Convertida en uno de los rostros del momento por el éxito que su docuserie, 'La Marquesa', está teniendo en Netflix, Tamara Falcó se encuentra de nuevo en Madrid tras unas vacaciones muy especiales en Bosnia, donde ha peregrinado al Santuario de la Virgen de Medjugorje para celebrar su fe cristiana.
Un viaje en el que no ha contado con la compañía de su novio, Íñigo Onieva, que prefirió pasar su descanso estival recorriendo Turquía y Líbano con unos amigos, como él mismo ha compartido a través de sus redes sociales.
Unas atípicas vacaciones por separado que no implican ningún distanciamiento en la pareja, que atraviesa el momento más dulce de su noviazgo a punto de celebrar su segundo aniversario. De regreso en Madrid, la pareja ha disfrutado de un tranquilo paseo por los alrededores de su domicilio y, a pesar de que guardan silencio sobre los insistentes rumores de compromiso, parece que se traen un nuevo proyecto entre manos.
Y es que la pareja busca oficina por el madrileño barrio de Las Salesas, donde residen a la espera de que Tamara reciba su lujoso ático en Puerta de Hierro, al que se mudará en los próximos meses. Muy discreta, la Marquesa de Griñón ha evitado contar cuáles son sus próximos proyectos tras estrenar su reality en Netflix. Lanzar una exitosa colección de moda en colaboración con 'Pedro del Hierro' y reformar el Palacio El Rincón para convertirlo en un efímero restaurante son algunos de los proyectos que no ha reconocido aún.
Sin embargo, sí ha hablado sobre su lesión en el hombro, desvelando que todavía no ha pasado por quirófano porque es un problema que no reviste gravedad aunque sí le molesta al realizar ciertos movimientos: "No me he operado pero me operaré, porque en realidad el hombro lo utilizas todo el tiempo", ha declarado la hija Isabel Preysler.