La crónica de una ruptura anunciada entre Ana María Aldón y Ortega Cano
Esto parece el cuento de nunca acabar y los rumores sobre la relación de la pareja siguen llegando constantemente, sobre todo, a raíz de la bronca que hubo en casa del torero.
Mucho se está hablando esta semana de la grandísima bronca que tuvo lugar en casa de Ortega Cano tras el último programa en Viva la Vida de Ana María Aldón. Los rumores y las informaciones interesadas no dejan de llegarnos por todas las partes implicadas, pero como siempre ocurre, estas hay que tomarlas según quien te las cuenta.
La clave de toda esta historia la desveló mi compañero José Antonio Avilés, en su estreno como colaborador de Sálvame, al confirmar la existencia de un audio que fue grabado durante el intercambio de opiniones a gritos, que tuvieron aquella fatídica noche Gloria Camila y Ana María Aldón. Un material que alguien ha decidido mantener en el congelador pero que dentro de muy poco será liberado, es decir que todos podremos escuchar los estupendos pulmones que tienen la mujer y la hija del torero.
Aldón encuentra la casa abierta de par en par
La historia comienza cuando tras la despedida del programa de la Aldón, la colaboradora junto a su compañero Suso llegan al domicilio conyugal de la señora Cano, en Madrid. Ana dice sentirse asustada al contemplar como toda la casa está abierta de par en par. Tal es el pánico que le invade, que incita a Suso y a la conductora del coche de producción que les trasladaba, a entrar palo en mano en el edificio. Parece que nadie se percató que lo que se debe de hacer en estos casos es llamar a la policía o al servicio de seguridad de la urbanización. Algo que llama poderosamente la atención.
Suso ha relatado que palo en mano entraron en la casa hasta que vieron que en el interior del domicilio familiar se encontraba Ortega, Gloria Camila y una amiga disfrutando de una tarde noche de verano. Me afirman que en ese momento Suso abandonó el domicilio familiar por lo que no pudo presenciar lo que estaba a punto de suceder en ese lugar. Según me relatan, en un primer momento, el matrimonio permanece solo en una de las estancias de la casa y allí Ana María, le reprocha a Ortega que Gloria se encuentre en su casa.
Un reproche que es inmediatamente contestado por él “esta es la casa también de mi hija y no tiene que pedir permiso para estar”. El intercambio de palabras que se produce en el matrimonio no lo puedo reproducir pues no estaba allí y no se me ha hecho partícipe del contenido, lo que sí puedo asegurar es que la conversación acaba en una monumental bronca.
Gritos que inmediatamente captan la atención de una Gloria que preocupada por la situación, acude al rescate de su padre y es aquí cuando la discusión se focaliza en las dos mujeres que deciden continuar ya en el exterior de la casa su intercambio de opiniones. No sin antes escuchar a una Ana María Aldón invitar a la amiga de Gloria Camila a abandonar “mi casa”. Lo que se dijeron en esta discusión las dos mujeres de Ortega, insisto que lo podremos escuchar dentro de muy poco y sólo en ese momento podremos analizar el contenido del mismo.
Lo cierto es que la cosa acabó como el rosario de la aurora, los reproches fueron mutuos, las voces y los gritos también, y el recuerdo de episodios pasados al parecer tuvieron una gran presencia. Todo ello ya sin la presencia de un Ortega que optó por abandonar ese escenario cansado y triste porque las dos mujeres de su vida no se soportan.
Al final la cosa acabó mal y pudimos ver al marido saliendo de su propia casa, en un coche acompañado por su hija y por una joven amiga que no sabía dónde meterse y que continuaba sin dar crédito a lo que había presenciado aquella noche. Y esto es todo lo que de momento se puede contar. Lo de Ana María y Ortega es una historia con un desenlace claro y no es que lo estemos deseando, sino porque las ganas de luchar por ambas partes están bajo mínimo. Seguiremos informando...