Un "pufo" de más de 660.000 euros pone contra las cuerdas a Carmen Borrego
Cuando parece que la presión mediática sobre Las Campos comienza a remitir siempre surge algún nuevo escándalo que las coloca de nuevo en el ojo del huracán de la polémica más absoluta.
Carmen Borrego niega tajantemente tener una deuda millonaria.
Cuando no es una es la otra pero Las Campos siempre están en el candelero de la polémica. Esta vez le ha tocado el turno a Carmen Borrego, que se enteró en directo este martes en Sálvame de que podría tener una deuda de 660.599,31 euros. A saber, una deuda de una sociedad de la que sería apoderada. Eso sí, ella negó la mayor indignada y se marchó del plató.
Todo porque tras su investigación, el asesor fiscal David Galván apuntaba que un colaborador del programa tenía esta deuda de más de medio millón de euros. Una deuda con Hacienda que continuaría creciendo y que podría suponer el embargo de una vivienda.
Finalmente y como suele suceder en estos casos en el magacín de Telecinco se desveló que la afectada era figura como apoderada de una sociedad que no presenta cuentas desde el año 2017. Además, existiría un embargo sobre la finca de la que era propietaria su madre.
Carmen Borrego desmiente que tenga deudas y aporta sus explicaciones
Ella lo desmintió insistiendo en que "no estoy en ninguna sociedad, no soy apoderada y no tengo ningún bien inmueble". La colaboradora recordaba que su madre tuvo un problema que ya solucionó. Como prueba, Carmen apuntó que esa casa ya está vendida, algo que no se podría haber hecho si tuviera cargas.
Muy enfadada salió de plató para hacer una llamada y al volver el debate acababa con su paciencia: "No puedes decirme que tenga cuidadito para asustarme porque no debo ningún dinero a nadie. No me voy a seguir comiendo este marrón que no es mío. Esa deuda no existe, esa casa está vendida y esto es difamar por placer".
Tras un corte publicitario, Carmen Borrego se ausentaba de nuevo de plató. Adela González y María Patiño iban hasta el baño a buscarla y ella se mostraba tajante: "No voy a hablar del tema hasta que hable con mi abogado y mi asesor".
Por su parte, el asesor le recomendaba acudir tanto al registro mercantil como al registro de la propiedad para cerciorarse de que todo está bien y la colaboradora respondió: "Usted no tiene culpa, pero comprenderá que yo me lleve un mal rato".