Íñigo Onieva da clases “de saber estar” a Tamara Falcó

Ha llegado el día de romper su silencio. Tras tres semanas desaparecido el ex de la marquesa de Griñón ha decidido hablar ante la prensa. Sin exclusiva de por medio y ante las agencias de comunicación y programas que estaban en directo en ese momento. Un Íñigo Onieva tranquilo, sereno y educado. La expareja de Tamara Falcó se ha ganado al público. Y con respeto.

Una vez más, Onieva ha pedido perdón a su exnovia. Y lo hará tantas veces como haga falta. Ha recordado. Sus primeras palabras han sido para pedir el fin del acoso a su familia, su madre y su hermana. El comienzo de la intervención está marcado por su abogado. Es un mensaje de advertencia asegurando que su familia se encuentra sometida a una persecución sin ser personajes públicos, ni populares ni famosos. La advertencia está hecha. Y está marcada por su despacho legal.

Íñigo Onieva ha tenido siempre sobre la mesa ofertas muy suculentas

Íñigo Onieva ha tenido sobre la mesa ofertas muy suculentas para hablar en medios de comunicación. Escritos y televisivos. Su opción ha sido otra. La manera de poder ganarse el respeto de muchos. Su silencio ha ido ganando dígitos a medida que transcurrían los días. Tamara Falcó habló. Con contratos siempre.

Primero en un photocall previo pago y después con nómina semanalmente. "No somos héroes ni villanos", ha señalado por los dos bandos que se han formado estas dos últimas semanas donde se ha elevado a Virgen María a la víctima de Tamara Falcó y a Íñigo Onieva lo hemos mandado al infierno sin parada en el purgatorio.

Han cambiado los roles. Se lo empieza a ganar a pulso tanto la marquesa de Griñón como el chico que hemos crucificado por tener relación paralela a su compromiso matrimonial. Y fueron unos besos. Y eso que se ha producido en un país que alardea de poseer un gobierno moderno y progresista. Presuntamente todo.