El verdadero motivo por el que José Ortega Cano pidió perdón por su frase viral

Lo de la frase de marras de será muy complicado de superar. Yo confieso que sigo estupefacta e intentando comprender qué motivó semejante declaración de amor del torero a su todavía mujer Ana María Aldón.

La escena la hemos analizado todos al segundo. El momento en el que la presentadora le invita a enviar un mensaje a su mujer, quien estaba siendo grabada viendo la intervención de su todavía esposo, es surrealista en toda su esencia.

La frase de Ortega Cano que será difícil de olvidar

Ana Rosa le invita a reconquistar a Aldón y Ortega se incorpora, se busca en el monitor, pone gesto torero, se recrea en su imagen, simula un movimiento de matador y lanza el ya famoso "Mi semen es de fuerza… vamos a por la niña".

Lo cierto es que, si se observa semejante estampa sin audio, la media sonrisa que dibuja en su rostro Ortega Cano bien podría hacernos pensar que todo era una broma y que se estaba cachondeando de todos los presentes, pero no, no fue así. Lo que dijo, lo dijo convencido y seguro de estar sentando cátedra.

Luego ha tenido que pedir disculpas no porque considere que se ha equivocado, pues no lo piensa, sino por el revuelo que han causado dichas palabras. Ortega quiso resaltar su virilidad por encima de todo mientras que una impostada Ana María mostraba sorpresa y simulaba su decepción aderezada con sus habituales lágrimas, solicitando la mano de la reportera encargada de grabarle, para después dejarse abrazar desconsolada por la joven.

Una estampa que pudimos ver en Ya es mediodía y que una que escribe ha visto tantas y tantas veces en los últimos meses que ya ni me inmuto cuando vuelve a reproducir semejante drama. Y es que el sainete de Aldón y Ortega ya cansa, agota, es una historia caduca con un final que ninguno de los dos quiere firmar, no se sabe si por orgullo o porque están midiendo sus fuerzas mediáticas.

Pero lo mejor del momento de la fuerza de Ortega fue observar la cara de Rocío Carrasco que también estaba siendo grabada a escasos metros de donde se encontraba el matador. Rocío apenas pudo formular palabra alguna para manifestar sus sensaciones al escuchar su testimonio y no era para menos.

Carrasco acababa de escuchar como el torero estuvo durante varios minutos leyendo unos folios, con cierta dificultad y bastante mal redactados, en los que verbalizaba lo que ya todos sabemos: que ha dado orden de demandar a la hija de su primera mujer, Rocío Jurado. Un anuncio que Carrasco está esperando que lo materialice pues será la única posibilidad de que pueda demostrar y contar lo que no quiere contar en público para preservar la memoria de su madre.

Y es que a estas alturas todos anuncian demandas, denuncias individuales, colectivas, penales, civiles y todo el abanico jurídico posible pero lo cierto es que la única demanda que se formuló la tuvo que hacer Gloria Camila, aconsejada por sus mayores, en la que solicitó los documentos de su madre.

Ortega Cano insiste en meterse en una batalla judicial de consecuencias insospechadas

Rocío atendió a la petición de su hermana y entregó el único que tenía en su poder y desde entonces silencio absoluto. A pesar de que Ortega Cano conoce el contenido de ese documento, él insiste en meterse de lleno en una batalla judicial que, de producirse, nos permitirá a toda la prensa acceder a todo el procedimiento, declaraciones, documentos, notas, anotaciones que podrían o no, reescribir la historia que nos han contado y con unas consecuencias que ni yo me atrevo a dirimir.

Pero no fue el único ataque que lanzó Ortega contra Rocío Carrasco, al igual que hacen los Mohedano-Jurado-Benito entonó las mismas frases contra la hija de la más grande para tacharle de mala madre, mala hija, mala persona repleta de odio.

Escuchar las mismas frases en boca de Ortega, Rosa Benito, Amador Mohedano, la hija que canta, el cuñado y la tía Gloria resulta esperpéntico y causa risa. Y es que lo mejor que le puede pasar a Carrasco es que sigan hablando porque ellos mismos se destapan y se retratan.

Mención aparte merecen Rosa y a Amador, los que más han rentabilizado los platós de televisión contando todo tipo de detalles de la intimidad de Jurado, de Ortega, de los hijos de estos, de Carrasco y de todo el que pillaran.

La audiencia ha podido comprobar estupefacta a través de su propia hemeroteca como cambian su discurso, como se contradicen así mismos, en función de dónde trabajen amparados por el convencimiento de que Carrasco jamás hablaría. Pero la historia ha cambiado, Rocío ya no se calla y está dispuesta a hablar, a contestar, a evidenciar y hasta a empapelar a quien haga falta si la acusan de delinquir como es el caso de Benito, que se lanzó en sus redes a proferir todo tipo de acusaciones contra su sobrina, y la productora en la que tantos años trabajó y vivió, hasta el punto de que se ha buscado un problema judicial que no piensa frenar nadie.