Tamara Falcó vive una experiencia religiosa que le ayuda a olvidar a Onieva
Tras unos días desaparecidos los dos extortolitos han dado señales de vida en sus respectivas redes sociales. La hija de Isabel Preysler ya sabe cuál es la fórmula para dejar atrás el pasado
Tamara Falcó está feliz tras volver de Lourdes.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva siguen siendo, tres semanas después de su polémica ruptura, dos de los personajes más buscados del momento. Sin embargo, en los últimos días (y coincidiendo con los rumores de acercamiento entre ambos tras el paso al frente del empresario, que rompía su silencio para disculparse una vez más con su exnovia y confesar que está destrozado por lo sucedido) ambos "desaparecían" del foco mediático simultáneamente.
Y ahora, después de días intentando averiguar dónde se habrían metido (e incluso si se habrían ido juntos escenificando una reconciliación que muchos dan por hecho, ya que Tamara sigue muy enamorada del hombre que le rompió el corazón al serle infiel después de haberse prometido) tanto la marquesa de Griñón como el empresario han revelado en sus respectivas redes sociales el destino que han escogido respectivamente para huir de la presión mediática que están padeciendo desde su ruptura.
Así, la hija de Isabel Preysler ha peregrinado por primera vez al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, con los voluntarios de la Hospitalidad de la Virgen de Lourdes de Madrid. Una experiencia que Tamara ha asegurado que no "olvidará jamás".
"Vuelvo a Madrid feliz", confesó en su última publicación en Instagram, donde ha compartido diferentes imágenes de lo vivido en los últimos días.
Vestida con el uniforme característico de las voluntarias en este tipo de peregrinajes (bata azul marino con delantal y cofia en blanco) la socialité describe el viaje como una "oportunidad única" en la que, una vez más, la fe ha tenido un gran protagonismo, puesto que se ha convertido en uno de los pilares en los que se ha apoyado desde su ruptura con Íñigo.
Y mientras Tamara viajaba a Lourdes, su exnovio también ponía tierra de por medio y abandonaba Madrid el pasado 12 de octubre, aunque su destino (Estambul) y su compañía (su madre) eran bastante diferentes a los de la marquesa.
Y es que después de varios en que los especialistas en la cosa rosa se preguntaban intrigados dónde estaría el empresario y con quién, el viernes trascendió que Íñigo se encontraba de vacaciones en Turquía con Carolina Molas. Una escapada muy especial de la que el joven ha compartido varias pinceladas, presumiendo de la relación tan especial que tiene con su progenitora, sin duda su principal apoyo en estos momentos convulsos.
