La ruptura de Jessica Bueno y su marido salpica a Kiko Rivera e Irene Rosales
La bomba de la separación entre la modelo y el futbolista Jota Peleteiro dista mucho de haber llegado a su fin con el comunicado "unilateral" de él porque ahora comienzan las derivadas.
Delicados momentos para por la presunta aparición de una mujer en la vida del exfubolista (a la que habría conocido en agosto en Ibiza y con la que ya viviría en Bilbao) el gallego confirmaba la noticia con un escueto comunicado en solitario: "Tras un periodo de reflexión, y dos meses de separación física, y con el fin de evitar malos entendidos, queremos manifestar que hemos decidido formalizar nuestro divorcio de forma amistosa. Nos quedamos con los buenos momentos vividos, deseando mantener una buena relación siendo nuestra prioridad la felicidad y el bienestar de nuestros hijos" publicaba en sus redes sociales.
Una separación que, es innegable, afecta de modo indirecto a Kiko Rivera, puesto que se especula con que Jessica podría regresar a su tierra natal, Sevilla, con sus tres hijos (Francisco, fruto de su relación con el Dj, y Jota Jr y Alejandro, con Peleteiro) ya que la vida en Bilbao de la modelo giraba en torno a los negocios de su ya exmarido y ya no habría nada que la atase al lugar en el que estableció su residencia hace varios años.
De ser así, Kiko tendría cerca a su hijo mayor y podría disfrutar mucho más de él. Una posibilidad sobre la que los reporteros preguntaron a Irene Rosales que, con la discreción que le caracteriza, aseguró que no tiene nada que decir acerca de la separación de Jessica y Jota: "Ya te has contestado tú" respondió a la pregunta, dejando claro que no es "asunto suyo".
Sin demasiadas ganas de hablar, la sevillana tampoco se pronunció sobre la polémica creada tras la muerte de"No voy a decir nada".