La Navidad, la estación preferida de Isabel Preysler para comunicar su vida

Es la noticia de la semana. La Reina de Corazones anuncia su ruptura de Mario Vargas Llosa. Y en su revista de cabecera. HOLA es la biblia de la casa de Isabel Preysler en cuanto a hoja de ruta de los sentimientos y sucesos se refiere. Todo allí sucede. Todo aquí se anuncia.

La filipina asegura que fue a mitad de diciembre tras un ataque de celos infundados cuando el Nobel se marchó del domicilio familiar de Puerta de Hierro y se instala en su vivienda del centro de Madrid a muy pocos metros del Mercado de San Miguel. Esta es la versión de Preysler.

La relación estaba rota desde hace un año. Esta es la versión de ESdiario. Estos últimos 365 días han sido una ida y venida en el amor y el desamor. A finales del año pasado se empezó a rurmorear por ciertos sectores de la prensa que había llegado a puerto el amor. A su fin.

Inmediatamente la protagonista desmentía la información. Su prensa amiga se hace eco de sus palabras. Estilo indirecto. Es ella, la propia Isabel Preysler a quien no le interesa confirmar en ese momento. La noticia la tiene que dar ella en el momento, tiempo y lugar oportuno. Llegó el día, la revista HOLA. La ruptura se merecía una portada. Yen toda regla. Tan sólo había que dejar pasar el tiempo para difuminar las informaciones de hace un año.

Aquellos rurmores también fueron desmentidos por la la revista donde hoy se anuncia la ruptura. El tiempo haría cobrar la notoriedad suficiente a la protagonista con su anuncio. Así fue. Así es. Isabel Preysler es la mejor en el manejo de la información. De ahí que sea REINA del papel couché. Todo está medido. De la misma manera que cuando contrajo matrimonio con su último marido Miguel Boyer.

Fue en Navidad. Un 2 de enero de 1988 a las 9 de la mañana en los Juzgados de la calle Pradillo en Madrid. Así fue su última boda. La espectación también estaba garantizada. De la misma manera que hoy 28 de diciembre donde hay menos temas que comentar para la presna del corazón y ella se convierte indudablemente en la protagonista absoluta. Siempre lo es. Hoy más.

Desde hace un año se habla de ruptura pero tan sólo cuando lo asegura la protagonista, la noticia alcanza el rango de verdad absoluta. ¿Son los celos infundados de Mario Vargas Llosa racionales el detonante de la ruptura? ¿O se quedaran en indicios no racionales y habrá que dar tiempo al 2023?