La nueva vida de “soltero” de José Ortega Cano
Ortega Cano disfruta de la compañía de sus amigos. Y de una noche intensa en la capital. Y no será la última. Está dispuesto a disfrutar. Los hombres no lloran a pesar de las circunstancias.
Al mal tiempo, buena cara. Es lo que le queda al diestro cartagenero.Nadie muere de amor. Y quien lo diga, más allá de Juana La Loca, no está contando la verdad. Lunes. Día 23 de enero. 20 horas de la tarde. Madrid. Iglesia de San Antón. Pleno barrio gay de Chueca. El matador de toros acude al concierto benéfico de Glenda Gaby. Una noche de gospel en beneficio de los más necesitados. Este lugar religioso se convierte en un concierto donde la voz inunda todos los rincones de sus capillas.
Glenda Gaby mantiene una estrecha relación con el torero. Ortega Cano quiero apoyar a esta voz insuperable en nuestro panorama musical. El templo enmudece con sus cuerdas vocales. El matador de toros llega puntual acompañado de su persona de confianza y de la muer que cuida de su hijo en casa, Marina.
Una mujer que fue protagonista sin desearlo y que aún Ana María Aldón le debe una. Y de las grandes. Muchas mentiras acerca de Marina y la diseñadora en silencio. Es su venta y su protagonismo.
José Ortega Cano acompaña a Glenda Gaby en el concierto organizado por el Padre Ángel
Glenda Gaby comienza el concierto. A mitad del espectáculo Ortega Cano se arranca con la música y acompaña a Gaby en su concierto que detrás tiene un nombre propio, el Padre Ángel.
El diestro ha decidido no quedarse en casa y disfrutar de cada momento que le ofrezca la vida. En el concierto uno de los grandes del periodismo Javier de Montini.
Ortega Cano disfruta de la compañía de sus amigos. Y de una noche de lunes en la capital. No es la primera vez que decide hacer vida de soltero en su ciudad. A finales de enero y junto a su hermana Mari Carmen y su cuñado Aniceto acudieron a la sala Giralda para ver a su amiga y comadreen un concierto en su tablao flamenco. Fue la primera. Este lunes la segunda. Y no será la última. Está dispuesto a disfrutar.
Los hombres "se divierten" y no lloran a pesar de las circunstancias que él haya tenido que vivir con la popularidad y la el interés con alevosía y mediático de su mujer, Ana María Aldón. La diseñadora que estudió "diseño y patronaje" para dedicarse a otra cosa y emprender vuelo. Los hechos están ahí. José Ortega Cano empieza de nuevo a vivir y lejos de lo que tenía alrededor y que tanto daño le ha hecho.