Las bombas de Risto Mejide, Tita Cervera y Máximo Huerta dejan sabor agridulce
Se habían filtrado ya algunas de las polémicas y exclusivas declaraciones de la madre de Borja Thyssen atizando a su nuera pero lo que no se sabía es que el presentador iba a competir duro.
La Baronesa Thyssen daba este martes el salto a la televisión y se sentaba en el sillón de Risto Mejide para participar en la nueva entrega de Viajando con Chester. El presentador, a través de un ambiente relajado y en confianza, pudo preguntarle acerca de sus parejas sentimentales, las infidelidades de éstas y, como no podía ser de otra manera, también le preguntó sobre su relación con su hijo Borja.
Al sacar el tema, se empezó a emocionar, llegando a cortársele la voz en alguna ocasión al recordar cómo se distanció de su hijo en el momento en que Blanca Cuesta entró en sus vidas. Ya era conocido que ella estaba en contra de su relación, de su boda y de todo lo que tenía que ver con la que se convertiría en su nuera. Con la voz temblorosa, contaba cómo fue una de las épocas más difíciles de su vida al verse privada de la compañía de Borja.
Echando la vista atrás, siempre fue su ojito derecho. Con él compartió muchísimas experiencias, muchas primeras veces y su vínculo era muy especial. De pequeño, Borja supo crear una relación muy especial con su madre, Carmen Fernández de la Guerra, así como con Hans Heinrich, quien siempre le quiso como a su propio hijo.
Pero todo esto cambió cuando cumplió diecinueve años y, según sus propias palabras "cambió de vida". Aseguraba que nunca ha perdido la esperanza de que Borja cambiara de nuevo, volviendo a ser el hijo que no se despegaba de ella en ningún momento. Reconocía que ella ha puesto de su parte en numerosas ocasiones para favorecer ese cambio, pero todavía no ha llegado. Sin dudarlo, hacía responsable de esta situación a las personas con las que él se relaciona. "Las personas que están a su lado tienen otra mentalidad, son otras personas, no son como era Borja ni como yo soy" argumentaba Tita Cervera.
Risto Mejide confiesa que no se habla con su madre desde hace años
Confesiones y dardos envenenados a su nuera los de Carmen que ya se habían filtrado horas antes de la emisión del programa. Lo que no se sabía es que el propio Risto Mejide iba a competir duro a la hora de soltar bombas en la última entrega de su programa de entrevistas.
Lo hizo durante la visita de Máximo Huerta a su famoso sillón, y se sinceró con el escritor como nunca, incumpliendo su norma de no abrir su corazón para revelar que no se habla con su madre desde hace cuatro años.
Reconociendo que al igual que el exministro de Cultura es "un alma herida", fue al hablar de la especial relación que Máximo mantiene con su madre (con graves problemas de salud y de quien se despide en su último libro, Adiós, pequeño) cuando Risto desveló que "hace cuatro años que no me hablo con mi madre. Ha sido una hostia importante. Me costaba avanzar".
"Ella no sabe que estoy aquí, no sabe nada de mi agenda de grabaciones porque nos peleamos hace cuatro años, tuvimos una bronca muy gorda y hasta hoy" , añadió, sin entrar en detalles acerca de qué motivó su ruptura.
Casualidades de la vida, y a pesar de la nula relación que mantienen desde 2019, el presentador confesaba que horas antes de grabar el programa, su madre le ha escrito: "Es fuerte ¿no?. Hoy que venía a hablar contigo". Un tímido acercamiento que como Risto admitió no sabe si se quedará ahí o si irá a mayores en un futuro próximo aunque, a corazón abierto, confesó que cree que es algo "que le debo a mi hija porque no la conoce". "Estoy en conflicto y más todavía hoy que acabo de recibir ese mensaje. Por mucho que yo haya tenido diferencias con mi madre, mi hija no tiene la culpa, tiene una abuela", explicó, admitiendo que "si se dice lo de madres no hay más que una se dice por algo ¿no? Es una figura que no puede reemplazar nadie".
Por su parte, Máximo Huerta abrió su corazón de par en par y hasta reveló qué puesto le ofreció Pedro Sánchez tras su dimisión en 2018 como Ministro de Cultura.
Desde su Buñol natal, donde el escritor ha regresado para cuidar a su madre, el valenciano ha echado la vista atrás para revelar que ha sido "un cuidador" toda su vida y recordar que sus primeros años fueron "muy duros" por el "complicado carácter" de su padre, su "masculinidad tóxica" y sus "malos hábitos".
Máximo Huerta habla de su complicada relación con su padre
"No hablábamos. Tuve que entender que sus "te quiero" eran un "mira el aceite del coche" o "tienes una luz que no va" con tono grave. Sé que me quiso pero nunca me lo dijo. Era un hombre complicado porque seguramente no había recibido cariño", explicó emocionado.
"Mi madre me mandaba a buscarlo al bar. Unas veces me mandaba a casa, y otras volvía conmigo. Llegaba ya mal a casa cuando tenía 30 años. Era un caballo desbocado, sin jinete, que hacía lo que quería y mandaba él. Recuerdo el ruido de sus llaves, pero no por el ruido, sino por el silencio que provocaba. Venía como venía, y yo huía, me iba a mi habitación a escribir. Escribir era para mí hablar solo y no me molestaba nadie", señaló, sin ahondar demasiado en los problemas familiares por los malos hábitos de su padre.
Un alcoholismo que siendo pequeño provocó episodios tan delicados como el que ha recordado sin poder contener las lágrimas; el día que, durante un viaje en coche, su madre dijo "me tiro" y él le respondió "si te tiras tú me tiro yo". Esto te mata la infancia, te deja muerto", reflexionó.
Máximo Huerta emociona hablando de la despedida de su madre
Su madre siempre fue su gran pilar y lo sigue siendo. Por ella ha regresado a vivir al pueblo valenciano en el que creció, Buñol, para cuidarla y poder pasar el máximo tiempo posible a su lado. A ella le dedica su último libro, Adiós pequeño, en el que se mentaliza para una despedida para la que, confiesa, no están preparados ni él ni su progenitora: "Estamos a la espera de una operación del tumor otra vez, y eso la hace débil, inestable, colérica, tirana, débil, una niña. Es consciente de la vida. Tiene un miedo a irse horroroso. Y ella no sabe que yo tengo más miedo que ella. A veces le digo "cuánto nos está costando morirnos a los dos".
"Estoy cuidando de mi madre y he renunciado a muchas cosas. He dejado Madrid, viajes con mi pareja, trabajos.. Por ello no me doy golpes de pecho, pero creo que hay que hacerlo. No me puedo quedar con la sensación de que no hice lo suficiente. Es egoísmo, pero quiero quedarme tranquilo y feliz. Lo hago por los dos", admitió emocionado.
Otro tema sobre el que también se ha sincerado ha sido sobre qué pasó entre él y Pedro Sánchez tras su dimisión como Ministro de Cultura después de seis días en el cargo. Tal y como ha revelado, el presidente del Gobierno le llamó un mes después para ofrecerle un puesto en el Instituto Cervantes y, aunque admite que le hubiese encantado hacerlo, no estaba preparado.
Un montón de confesiones y de bombas informativas que se tradujeron en datos agridulces. Por una parte Viajando Con Chester le dio a Cuatro un meritorio tercer puesto en los audímetros con un 9.5% de share y 940.000 espectadores, que le valió para ponerse por delante de La Uno de TVE y de Julia Otero. Sin embargo, no logó superar sus propios datos de la semana pasada, cuando Cayetano Martínez de Irujo se marcó un 11.1% y 1.200.000.