Isabel Pantoja se enclaustra en un hotel de Madrid antes de su gira por EEUU
La tonadillera, que se va en breve a hacer las Américas, sólo recibe a personas cercanas que se acercan a verla. Este sábado bajó al restaurante del hotel a cenar con un par de amigos.
Isabel Pantoja supervisa en Madrid los últimos preparativos de su próxima minigira por Estados Unidos, ‘Enamórate Tour, donde ofrecerá conciertos en Miami (dos actuaciones), Nueva York (tres), Los Ángeles (dos), San Juan de Puerto Rico y Chicago del 10 de febrero al 26 de marzo.
La tonadillera se ha instalado en una suite de un lujoso hotel de la capital con su hermano Agustín, de donde no piensa salir hasta el momento de su marcha para centrarse en retomar su carrera profesional, después de haber estado atravesando un profundo bache emocional, agravado por los constantes conflictos que se crean en su entorno familiar.
El manager Eduardo Gervós, que en su momento llevó la carrera de Camilo Sesto, es el encargado de blindar a Isabel para que sólo se centre en una carrera profesional venida a venos. La cantante, por decisión propia, no tiene cerrada ninguna entrevista en España para hablar de su gira por Estados Unidos. El motivo es que no quiere complicaciones con preguntas que nada tienen que ver con su trabajo y que puedan ensombrecer sus conciertos. Su hijo Kiko ya le ha dado y le da demasiados quebraderos de cabeza.
De hecho, la tonadillera no tiene pensado salir del hotel para nada. Todo aquel que quiera verse con ella, tendrá que acudir a su habitación o a las instalaciones del mismo. Desde que recaló en Madrid, ha recibido la visita de su maquillador, que llegó el sábado por la tarde y se marchó entrada la noche.
Pantoja también ha hecho las pruebas de vestuario (estrenará 15 trajes nuevos) y de zapatos (sigue confiando en la firma Fanjul). Rodeada de un grupo muy reducido en número de personas de su total confianza, viajará, además de con su hermano y su mánager, con la que fue presidenta de su club de fans y ahora íntima amiga Celestre Rodríguez, su maquillador y su peluquero.
Las imágenes más esperadas de Isabel sucedieron por la noche: sin gafas, pero con la capucha del abrigo puesta para evitar que las cámaras captaran su rostro (aunque no lo consiguió). Pantoja bajó con su hermano Agustín al restaurante del hotel, que tiene grandes ventanales a la calle, y lo hizo de esta guisa para evitar que las cámaras de todos los medios de comunicación captasen su rostro... pero sin la tonadillera se relajó y se quitó el abrigo, descubriendo su rostro recién maquillado. Con el pelo recogido y un poncho, típica prenda de vestir que luce la cantante, se mostró de lo más sonriente.
Isabel y su hermano estuvieron acompañados de dos amigos más que, al terminar la cena, subieron a la suite. Muy discreta, la cantante estuvo cariñosa con estos amigos, pero en ningún momento se dio la vuelta para saludar a la prensa.