La mala suerte se ceba con Isabel Pantoja nada más acabar su minigira americana
Ahora que parecía que comenzaba a ver la luz al final del túnel con su exitoso tour por Norteamérica un nuevo e inesperado nubarrón se pone encima para no dejarle levantar cabeza.
Isabel Pantoja no gana para disgustos.
La mala suerte vuelve a cebarse con Horas después de cerrar por todo lo alto su mini gira por Norteamérica con un impresionante concierto en Puerto Rico en el que derrochó arte y voz sobre el escenario, ha trascendido que no todo son buenas noticias en la vida de la tonadillera.
Tal y como reveló este lunes en El programa de Ana Rosa, recientemente se ha truncado uno de sus grandes objetivos, que nada tienen que ver con la extensa gira de conciertos por España que está ultimando para este verano.
Y es que cuando estaba a punto de cerrar la venta de Cantora (que sería la solución a sus acuciantes problemas económicos) a un importante grupo inversor de parques eólicos y energía fotovoltaica por una cantidad cercana a los 10 millones de euros, un nuevo varapalo ha dado al traste con sus planes.
A pesar de que Isabel lo desconocía, la finca forma parte de Natura 2000, una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad que consta de zonas especiales de especial protección para asegurar a largo plazo la supervivencia de diferentes especies faunísticas. En el caso de Cantora, su importante población de águila imperial, lo que imposibilita cualquier construcción en el lugar.
Un duro varapalo para la artista, ya que el principal valor de Cantora en la actualidad era su enorme extensión, muy apreciada por grupos inversores de parques eólicos y energías alternativas y la gran esperanza de Pantoja para deshacerse, por una buena cantidad de dinero, de la que ha sido su "jaula de oro" en los últimos años.
Isabel Pantoja no descartar recurrir a la Unión Europea si hace falta
La madre de Kiko Rivera, desesperada, habría hablado con la Junta de Andalucía al descubrir que Cantora forma parte de la Red Natura 2000 para intentar revocar esa clasificación; pero dependiendo directamente de la Unión Europea y tratándose de su principal instrumento de conservación de la naturaleza en los países miembros, la cosa no pinta bien para la cantante.
Sin embargo, lejos de rendirse, y a pesar de que el proceso sería largo y muy duro, Rossi asegura que no es algo que la cantante descarte, puesto que en la posibilidad de poder construir en la finca residiría la posibilidad de venderla por una millonaria cantidad que solventase sus deudas y le permitiera empezar de cero. Y dejar atrás Cantora para siempre.
