Las dos “vidas” de Alberto de Mónaco y Charlene
Apenas unos días después de "cazarles" in fraganti cuando pensaban que nadie les estaba viendo y menos aún retratando, los príncipes serenísimos demostraron que la realidad supera la ficción
No es lo mismo una fotografía posada ante la prensa que una imagen cuando los protagonistas no son conocedores de que la prensa está cerca y puede inmortalizar el momento. La diferencia es sustancial. Un claro ejemplo lo han protagonizado ese última semana los príncipes serenísimos de Mónaco. ESdiario publicaba en exclusiva unas fotografías de Alberto de Mónaco y Charlene paseando por Florencia.
Este momento tiene lugar el día 12 de abril a 11 de la mañana. En estas instantáneas, la pareja no muestra la mayor afinidad. Las fotografías desprenden distancia. Lejanía. Y de amor, ni se toca. Tan solo un brazo que agarra el brazo del otro. Miradas entre ellos, ninguna. Están más pendientes de los guardaespaldas que caminan a pocos metros detrás.
Estas imágenes nada tienen que ver con las instantáneas que se han publicado estos últimos días de los actos donde Alberto y Charlene eran conscientes de que esas imágenes podrían recorrer el mundo. Otro claro ejemplo es la imagen de Alberto donde cede el paso a su esposa en actitud muy cariñosa y cercana. Aquí hay mucho amor. Por lo que se ve. La ficción casi siempre supera a la realidad.
La actitud del matrimonio monegasco cuando acude a un acto público nada tiene que ver con sus vidas cuando no hay prensa ni fotógrafos. Las dos fotografías representan dos mundos distintos. Son las dos “vidas” de Alberto de Mónaco y Charlene.