Roman Polanski posa en una foto con Samantha Geimer, la mujer que violó en 1977
La que fue actriz y modelo, que sufrió el ataque sexual del director cuando tenía 13 años, da muestras de que le ha perdonado con una instantánea en la que lo abraza.
Roman Polanski atraviesa por momentos difíciles después las acusaciones de violación en las que se ha visto envuelto y le está costando encontrar distribuidora para estrenar su última película, The Palace, un film rodado en Italia con Fanny Ardant, John Cleese y Mickey Rourke en el reparto.
El Festival de Cannes rechazó exhibir la película por miedo a la polémica y el cineasta está trabajando para que sea estrenada en el Festival de Venecia, aunque no es precisamente simpatía lo que genera ahora Polanski a su alrededor. Mientras tanto, están ocurriendo cosas verdaderamente sorprendentes en la vida del aclamado director.
Una de ellas ha sido la publicación hace dos semanas en la revista francesa ‘Le Point’ de una inesperada entrevista cara a cara entre la esposa de Polanski, la actriz Emmanuelle Seigner, y una de sus acusadoras, la actriz y modelo Samantha Geimer, la adolescente que Polanski violó en 1977 cuando tenía 13 años. Ante la amenaza de la cárcel Polanski huyó de EEUU y desde entonces no ha vuelto.
Geimer y Seigner coinciden en profesar una gran la ira contra el “feminismo de hoy”, específicamente el que ha emprendido la cruzada para aplastar a Polanski. En la entrevista, ambas arremetieron contra los medios de comunicación y, más aún, contra el movimiento #MeToo.
Ante la perplejidad de tamaño acuerdo entre Seigner y Deimer, ésta va más allá publicando en su Instagram una foto actual de ella rodeando con el brazo Polanski 46 años después del suceso.
Geimer ha explicado cómo los medios de comunicación han tergiversado su historia de "víctima" durante décadas: “Seamos muy claros, lo que pasó con Polanski nunca fue un gran problema para mí. Ni siquiera sabía que era ilegal, que alguien podía ser arrestado por ello. Estaba bien, sigo estando bien y que esto se haya convertido en algo más grande me pesa mucho. Tener que repetir constantemente que no fue gran cosa es una carga terrible”.
La foto de Polanski y Gimer publicada este sábado por ella seguramente enfadará a mucha gente. Pero ¿por qué deben estar enojados? Geimer parece haber encontrado algún tipo de paz interior con esta manifestación pública de perdón.
Ver a Polanski y Geimer juntos es simbólico y, con suerte, el capítulo final de una triste historia que ha durado casi 50 años. La reconciliación se ha consumado del todo y Geimer parece ser ahora mismo una persona cercana al director.