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Un agujero de 800.000 euros afecta a la memoria a corto plazo de Raquel Bollo

Ahora que parecía que la vida sonreía a la familia con Alma y Manuel dándolo todo en Supervivientes y consolidándose en el concurso, otro nubarrón negro amenaza en el horizonte.

Raquel Bollo y sus problemas económicos... un clásico.

Publicado por
Maribel Fernández

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ha tocado fondo y se encuentra en la más absoluta ruina. Mientras la sevillana se encontraba en Honduras dando una sorpresa a sus hijos Manuel Cortés y Alma Bollo (concursantes de Supervivientes 2023) las informaciones sobre sus problemas económicos y la mala gestión de su negocio de moda no han dejado de sucederse. Según reveló Lecturas, la ex de debe 800.000 euros y su situación es cada vez más complicada.

Uno de sus deudores, Hacienda (le reclama un total de 202.413 euros), habría embargado la nómina que cobra por sus apariciones en televisión, de la que tan solo le quedaría a final de mes un 10%; es decir, 400 euros. Además, debe 23.779 euros al propietario de su antigua vivienda en concepto de alquileres impagados, créditos hipotecarios por valor de 487.524 euros y una importante cantidad a unos prestamistas a los que habría recurrido para gestionar el pago de dichos créditos.

Alma y Manuel Bollo habría decidido concursar en Supervivientes para ayudar a su madre

Tan delicada es la situación que Alma y Manuel habrían decidido concursar en el reality (donde cobran 4.000 euros semanales) con el fin de ayudar económicamente a su madre.

No es la única información que ha trascendido en los últimos días sobre Raquel, ya que la exnovia de su hijo, Aguasantas, desveló en Sálvame que en su día la sevillana intentó pedir un préstamo a su nombre, además de asegurar que vendía la ropa de su tienda por un precio muy superior al que le costaba a ella, especialmente a sus compañeras de televisión, como Belén Esteban.

Un asunto muy delicado al que tuvo que enfrentarse Bollo a su regreso de Honduras. Aunque en un primer momento la colaboradora confesó que volvía "súper súper contenta" tras haber podido abrazar a sus hijos ("ha sido un chute de energía") su cara cambió radicalmente cuando los reporteros le preguntaron por su millonaria deuda: "Los niños están muy bien. No me preguntes nada porque no te voy a contestar absolutamente a nada. He venido súper contenta, están muy bien y nada más que decir".

Muy seria, la diseñadora ha preferido echar balones fuera ante las "turbulencias" que ha desatado su mala gestión económica en diferentes programas en los últimos días; "En el avión ha habido unas turbulencias que tela, tela, tela, tela", bromeó, dando la callada por respuesta y evitando negar o puntualizar las informaciones que se han dado sobre ella.

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