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La "millonaria maldición" que arrastra Carmen Lomana y que lastra su economía

La ‘celebrity’ es incapaz de vender un chalet familiar pese a estar ubicado en un privilegiado punto de la costa oriental de Asturias. Lleva más de tres años en venta, pero nada...

La casa de Asturias se ha convertido en un quebradero de cabeza para Carmen Lomana y sus hermanos.

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En junio de 2020, en plena zozobra de meses de confinamiento y en medio de severas restricciones provocadas por la pandemia de Covid-19, Carmen Lomana y sus hermanos tomaban una importante decisión: poner a la venta una de las joyas familiares, su casa de verano en la localidad asturiana de Celorio (del concejo de Llanes).

El inmueble es una herencia familiar que se firmó tras el fallecimiento de su madre hace años y del que (parece) que no se puede desprender Lomana porque muy a su pesar (y tras tres años a la venta) el inmueble no se vende.

El precio inicial de venta, en junio de 2020, se estableció en los 350.000 euros pero visto lo visto, quizás el precio tenga que negociarse a la baja.

Se trata de un chalet en primera línea de playa al que le hace falta una buena reforma, tal y como publicaba en su día la revista Semana.

La vivienda de los Lomana es de tamaño mediano, cuenta con 90 metros cuadrados construidos, distribuidos en tres dormitorios y un cuarto de baño. Sin duda, uno de los mayores atractivos (además de las espectaculares vistas de esta zona costera del oriente asturiano) es su amplia parcela de casi 270 metros cuadrados.

Según la información que se puede sacar de un conocido portal de venta inmobiliaria, la casa, que se encuentra a pocos metros de la playa, cuenta con tonos marineros en sus ventanas y contraventanas de madera pintadas de azul, haciendo juego con los pontones en el alero del tejado. Además, tiene un salón-comedor y cocina independiente con acceso a una terraza con barbacoa.

De poco está valiendo el tirón mediático de Carmen en los medios de comunicación por lo visto. A juzgar por una de sus última publicaciones en Instagram la casa sigue sin venderse años después. Claro que también puede ser una estrategia de Lomana fotografiarse con ella y compartir el post con sus más de 550.000 seguidores para revitalizar un proceso de venta que, de momento, sigue paralizado.

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