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Kiko Matamoros, cabreo y tierra trágame en la boda de Prieto y Torres

El colaborador de Sálvame llegó al banquete de los novios con un mosqueo tremendo por el accidentado viaje desde Madrid a Sevilla y se le acentuó con un garrafal fallo de protocolo.

Kiko Matamoros, Marta López Álamo y Raúl Prieto en Casa de Pilatos (Sevilla).

Publicado por
P. Morales

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Las prisas no son buenas y si no que se lo digan a Kiko Matamoros, que llegó de lo más cabreado a la boda de sus íntimos amigos, Raúl Prieto y Joaquín Torres. Lo que no tenemos tan claro es cuál era exactamente el motivo del enfado.

El colaborador de ‘Sálvame’, acompañado por su prometida, Marta López Álamo, aparecía con cara de circunstancias y confesaba que "venimos a desear felicidad a los novios y a pasarlo lo mejor que se pueda".

Acto seguido, el mismo confesó el motivo de su cara de pocos amigos “Yo vengo de mala leche porque me ha fallado el AVE y la verdad es que vengo bastante cabreado y disgustado”.

La verdad es que primeros ellos le fallaron al AVE porque perdieron el viaje al llegar tarde a Atocha y luego el AVE les falló a ellos porque el siguiente que cogieron llegó con dos horas de retraso por una incidencia en las vías.

Así, la pareja, según publicó Marta, se perdió primero, “por compromisos inevitables”, la gran fiesta preboda en la que los novios se pasaron por el río Guadalquivir en una embarcación y acabó a altas horas de la madrugada y después, contra todo pronóstico, el momento en el que pronunciaron el 'sí, quiero'. “Al menos llegaremos a cenar y pasar tiempo con ellos. Día redondo", explicaba Marta en sus redes.

Tras el mosqueo a causa del AVE, había otro dato que había pasado desapercibido para los periodistas. En las bodas, hay una amplia variedad de códigos no escritos y tradiciones que se deben respetar y uno de los más conocidos es el de no ir vestido de blanco para no eclipsar a la novia. Este código de vestimenta se ha mantenido a lo largo de los años como una muestra de respeto hacia la figura central de la celebración, la novia. Sin embargo, en el caso de la boda entre Torres y Prieto, se puede aplicar esta misma máxima.

La pareja, según manda la tradición, lució sendos trajes de novio blancos. Y allí estaba Kiko Matamoros con un traje de idéntico color que se parecía mucho al de los novios.

Aprovechando que estaba a su lado su prometida, la prensa le preguntó por su inminente boda, sobre la que Kiko aseguraba que “el gusanillo ya lo tengo despierto”, por lo que está deseando jurarle amor eterno a su chica. “Las ideas están todas preparadas para ese día”, añadía.

“Igual sacáis ideas de aquí”, le preguntaba una periodista, a lo que Kiko contestaba que ya las ideas las tenían preparadas, “casi uno tiene su…”. La periodista mediaba: “Su estilo, ¿no? Y la novia se sumaba a la conversación: “Bueno, el estilo igual, porque va igual que los novios”.

“¿Nos estás adelantando algo Marta?, le preguntaban, mientras ella contestaba: “No, no, es que hemos visto una foto de Raúl y Joaquín y van muy parecidos. Me voy a hacer una foto con los tres", decía a los medios Marta López Álamo con una risa nerviosa.

Por su parte, el colaborador no sabía dónde metense con cara de tierra trágame sabiendo que quizás no había escogido correctamente su traje. "De blanco, Kiko, ¿es la idea que tienes para la tuya?", le preguntan, mientras él duda y, queriendo acabar con el bochorno, se va y lanza un beso a los periodista.

Así las cosas, no sabemos si el enfado vino motivado por el viaje en AVE o la fatal coincidencia en la vestimenta del colaborador con los novios. Eso sí, algún reproche le caería a Marta por haber sacado el temita del traje blanco.

A pesar del enfado inicial, luego a Kiko se le vio a mitad de la ceremonia atender a ‘Sálvame Deluxe’ en directo y lo cierto es que lucía la mejor de sus sonrisas disfrutando del banquete que habían preparado los novios en Casa de Pilatos (Sevilla).