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Telecinco tortura a sus supervivientes y la jugada sale redonda a Carlos Sobera

Se ha convertido en la pequeña aldea gala de la parrilla de la cadena de Mediaset y no es para menos porque entre tanta escabechina se mantiene victoriosa contra viento y marea...

Supervivientes enfrentó a sus concursantes a las clásicas penitencias.

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Carlos Sobera

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Cuando ya el concurso está en su recta final y los supervivientes tienen más hambre que Dios talento, como dice el dicho, es un clásico del veterano reality de Telecinco someterles a las llamadas "penitencias". Vamos que que la organización de Supervivientes le tortura un poquito más para ver hasta dónde están dispuestos a llegar por comerse su plato favorito después de meses de penurias gastronómicas.

Y suele funcionar bien, más aún esta edición en la que Mediaset ha encontrado ese pequeño reducto galo de las audiencias que no le falla. Este martes de Tierra de Nadie volvió a responder y Carlos Sobera lideró por encima de las demás cadenas con un 14.4% de cuota de audiencia y 1.400.000 espectadores, por delante de Antena 3 con Hermanos (13.2% y 1.379.000) y de (12% y 1.208.000).

Telecinco recurre a sus clásicas penitencias de Supervivientes

¿Pero qué les tocó penar a cada uno de los supervivientes? Adara Molinero, una de las favoritas, tenía esperando una enorme tarta de chocolate que tendrá que ganarse poco a poco, ya que estaba formada por las cinco letras de su nombre y cada una de ellas supone un reto. Tras mucho negociar se enfrentará a 5 penitencias para lograr tres quintos de la tarta y un bocadillo. A cabio tendrá que vivir un día con los ojos tapados y caminará atada con Jonan y Asraf, no hablará durante un día, no comerá nada que haya pasado por el fuego y se cortará el pelo 15 centímetros.

Artùr tenía un gran bandeja de sushi. A cambio, el ucraniano aceptó la penitencia de no poder tocar absolutamente nada de comida durante toda la semana. No podrá realizar repartos ni llevarse con sus propias manos la comida a la boca: le tendrán que alimentar.

Jonan alucinaba al descubrir que debajo de su caja se encontraba una hamburguesa vegana XXL completa con kétchup, mayonesa y mostaza, pero a cambio tendrá que raparse el pelo al tres.

Bosco Martínez Bordiú podía ganar un enorme solomillo wellington cocinado a su gusto pero tenía que renunciar a hablar con su madre por teléfono, algo que no dudó ni un segundo: "Mamá, nos vemos dentro de poco. Yo me lo como y pensaré en ti, te lo prometo", decidió mientras reía a carcajadas.

A Asraf le pusieron delante uno de sus platos favoritos: un gigantesco kebab. Para poder disfrutar de este suculento plato, tendrá que permanecer hasta nuevo aviso en taparrabos y se tuvo que despedirse de la muñeca de Isa Pantoja, que custodiará con mucho cariño Laura Madrueño.

En cuanto a Alma Bollo, la hija de Raquel aceptó cortarse hasta 45 centímetros su larga melena rizada para poder disponer de la comida que más disfruta: la pasta carbonara, eso sí, habiendo negociado previamente que fueran dos en lugar de un bol los que disfrutara del plato italiano y añadiendo, además, un brownie de postre.

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