Tamara Falcó se vuelve "feminista" en "El Hormiguero" para hablar de sus kilos
Para que luego digan que si la marquesa de Griñón es tradicional y conservadora se ha marcado un discurso contra el machismo que ni desde el Ministerio de Igualdad de Irene Montero...
Tamara Falcó muy enfadada con los debates en torno a su peso.
Después de asegurar algunos medios de comunicación que Tamara Falcó no estaría pasando por un buen momento ya que se encontraría sobrepasada por su enlace matrimonial y por todo el interés mediático que está causando, la marquesa de Griñón reapareció como si tal cosa en Antena 3.
A pesar de todas las informaciones que se publican sobre ella y su prometido, siempre cumple con su obligación en el plató de El Hormiguero de Pablo Motos, como hizo este mismo jueves con una sonrisa de oreja a oreja. Ni siquiera con la polémica sobre su vestido de novia apareció apenada. Y esta vez ocurrió igual.
Se comentó que la hija de podría estar pasando un momento de lo más delicado por el interés mediático que está suscitando su boda, pero lo cierto es que se mostró radiante, feliz y tranquila en el plató de Trancas y Barrancas. Como si nada de lo que cuentan ocurriese en su vida, la zanjó esos rumores con su aparición.
Tamara Falcó bromea con su "mala suerte" y el "agua bendita"
Lejos de hacer cualquier comentario respecto a todo lo que se ha estado diciendo de ella esta semana, parece que la marquesa de Griñón prefirió divertirse con sus amigos de plató y cuando nadie se lo esperaba confesó cómo le ha ido la semana: "Me mandaron dos santeros a mi casa para quitarme la mala suerte, abro a un glovo y digo por qué huele a incienso.... imagínate yo echando agua bendita por todas partes", bromeó divertida.
Además, Tamara Falcó también aprovechó para desmentir rotundamente que vaya a someterse a un tratamiento para perder peso antes de la boda, tal y como se ha publicado: "Están todos los días diciéndome si voy a perder diez kilos para la boda... pues piérdalos usted". Y ya que estaba lanzó un mensaje de corte feminista acusando de machismo a todos los que hablan de su peso y de la necesidad de bajarlo antes de ponerse el vestido de novia clamando que "nadie le ha preguntado a Íñigo (Onieva) si va a perder kilos".
Confesiones que no terminaron de convencer este jueves entre la audiencia de El Hormiguero que cosechó un 15.9% de share y 2.193.000 espectadores, líder indiscutible de su franja, sí, pero las cifras más discretas desde el 17 de mayo.