El momento de tensión entre la infanta Cristina y Urdangarín: ni se miraron
Irene celebró su graduación y la fiesta de su 18 cumpleaños, que había sido unos días antes. La reunión familiar congregó a los Reyes Eméritos, pero no a sus tíos Felipe y Letizia.
Tras semanas de preparativos y 11 días después de alcanzar la mayoría de edad, Irene Urdangarín celebró este viernes con su familia y por partida doble tanto su 18º cumpleaños -una especie de puesta de largo discreta e íntima- y su graduación. La hija de la Infanta Cristina dijo adiós a su etapa escolar en el elitista centro suizo Ecolint y se prepara para comenzar sus universitarios de Dirección Hotelera en la prestigiosa Universidad de Lausanne.
Ginebra (Suiza) volvió a ser este viernes escenario del reencuentro entre la Infanta Cristina y el que aún es su marido, Iñaki Urdangarin, a falta de confirmación oficial de su divorcio. Cristina llegó en coche al hotel junto a su hija, a la que recibió su padre junto a Victoria Federica sin que el aún matrimonio se cruzara una mirada. Ambos asistieron a primera hora de la tarde, junto a sus hijos, al acto de graduación de su única hija, que el 5 de junio cumplió 18 años. La benjamina concluyó su bachillerato, con muy buenas notas, en la Ecole Internationales de Ginebra, donde también estudiaron sus hermanos Pablo Nicolás, Miguel y Juan Valentín.
Las primeras imágenes de Iñaki Urdangarin junto a la Doña Cristina, sus hijos y Victoria Federica, hija de la Infanta Elena, se captaron en torno al mediodía. Todos ellos, acompañados también por la madre del ex jugador de balonmano, Claire Liebaert, llegaron al céntrico y lujoso Four Seasons Hotel des Bergues, donde suelen alojarse entre otros los Reyes Eméritos cuando viajan a Ginebra.
Allí se reunieron con otros familiares, como Don Juan Carlos, que llegó el jueves, y Doña Sofía, que viajó desde Madrid, y disfrutaron de un almuerzo en el restaurante del hotel antes de la ceremonia de graduación de la joven Irene. En Four Seasons es donde Iñaki y Cristina se reunieron en la primavera del año pasado para firmar el preacuerdo de su divorcio aún no firmado.
El pasado 13 de junio, la Infanta Cristina celebró en Madrid su 58 cumpleaños. Y, a primera hora del jueves, como adelantó ‘El programa de Sonsoles’, voló hasta Ginebra, para ultimar todos los preparativos tanto de la graduación como sobre todo de la fiesta de cumpleaños por la mayoría de edad de Irene, que vuelve a reunir a buena parte de la familia Urdangarin Borbón.
Doña Cristina tomó un vuelo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas junto a dos de sus hijos, la homenajeada Irene y Miguel. La Infanta se sentó sola, en business, mientras que los dos hermanos ocuparon sus asientos en clase turista.
La víspera, la hija de la Infanta Elena, Victoria de Marichalar Borbón, confirmó a los medios de comunicación durante un acto público que ella desde luego iba a estar presente en la fiesta de cumpleaños de su prima en Suiza, pero no quiso confirmar qué otros familiares iban a asistir.
Durante toda la semana, se especuló con que se desplazaría al país helvético Don Juan Carlos. El Emérito, además de volverse a ver las caras con Iñaki Urdangarin, se reunía de nuevo con Doña Sofía, después de que acudieran juntos a la gran boda del príncipe heredero de Jordania en Amán.
Se daba por sentado, como así fue, que los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas no acudirían. Tampoco acudieron Don Juan Carlos ni Doña Sofía a la graduación de Leonor, Princesa de Asturias, en el UWC Atlantic College de Gales donde la heredera ha estudiado el Bachillerato Internacional. Es conocida la relación tan distinta que el Emérito mantiene con sus dos hijas, y con los hijos de ambas, respecto al escasísimo contacto con Don Felipe y su prole.
En 2017, tres años después de su abdicación y cuando todavía no habían saltado los escándalos por sus cuentas opacas, Juan Carlos I ya acudió por ejemplo a la graduación de Bachillerato del mayor de los hijos Urdangarin, Juan Valentín.
Aunque el reencuentro de la familia tiene como objetivo agasajar a Irene Urdangarin Borbón por su mayoría de edad, se especula desde hace semanas con que Doña Cristina e Iñaki van a aprovechar la nueva estancia del ex duque en Ginebra para dar carpetazo definitivo al matrimonio.