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Moncho Borrajo destroza a Jorge Javier Vázquez con una maldición de gusto dudoso

Un mes después de su desaparición Sálvame todavía sigue generando filias y fobias entre sus defensores y sus detractores. El humorista lidera el bando de los más destructivos con el magacín.

Moncho Borrajo muy duro con Sálvame y con Jorge Javier Vázquez.

Publicado por
Maribel Fernández

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Aunque ya ha pasado un mes y los que culpaban a Sálvame de ser el responsable de todos los males de audiencias de Telecinco han visto que el problema no era tan sencillo porque Mediaset sigue cayendo cada vez más en los audímetros, lo cierto es que el magacín de corazón que estuvo 14 años en antena sigue generando debate entre sus defensores y sus detractores.

Y a la cabeza de éstos últimos se ha situado de manera absolutamente destructiva el cómico Moncho Borrajo. En una entrevista para Pronto en la que comenzó hablando de la fallecida Mari Carmen Y Sus Muñecos, el humorista termina atizando de la manera más dura posible no solo a Sálvame sino también a Jorge Javier Vázquez; poco parece importarle que oficialmente esté de baja médica.

Moncho Borrajo echa una "maldición" a un Jorge Javier Vázquez de baja médica

Muy crítico con las nuevas formas de humor y con las nuevas tecnologías, se muestra totalmente satisfecho con la cancelación de Sálvame porque "el daño que ha hecho ese programa lo van a pagar en sus carnes" y "Jorge Javier Vázquez va a tener muy mal karma".

Borrajo se mostró muy crítico con las nuevas fórmulas: "Estamos en la época del TikTok, solo vale lo que ha ocurrido hace un minuto, todo lo que has vivido y trabajado, aquí no cuenta para nada. Hace poco, uno de esos que se llaman monologuistas preguntó quién era Moncho Borrajo".

De Mari Carmen recuerda que "pasábamos muy buenos momentos juntos, era como una hermana".

Aunque no coincidió con ella en el escenario, sí que tiene una anécdota que no olvida: "Un fin de año fue a verme actuar en la sala madrileña Cleofás, subió al escenario, me sentó en sus rodillas y me "convirtió" en muñeco. La gente aplaudía a rabiar y nos pidieron que repitiéramos el número, pero les respondí que no, que no me gusta que me metan mano".