Kiko Hernández “vende” su parcela más íntima. Sus hijas y su marido
El hombre “mentor” de la nueva homosexualidad ha abierto unas puertas hasta ahora muy protegidas. Hace unas semanas nadie podía imaginar hasta dónde llegaría con la venta de su vida.
De la nada al todo. Así es la vida privada del colaborador estrella del extinto Sálvame. Esta semana en la revista Lecturas es portadora (bajo pago y buen pago) de la última exclusiva de Kiko Hernández. Nada es gratis. El precio tiene una motivación. Y bravo por la revista. Y por el personaje. El hambre y la fama distribuida. El hombre “mentor” de la nueva homosexualidad ha abierto las puerta de su casa, de su armario, de su vida y de sus hijas. Hasta ahora, muy protegidas. Hasta hace unas semanas, nada ni nadie podía imaginar hasta dónde llegaría Kiko Hernández con la venta de su vida. De su amor. Y de sus hijas. Es su libertad. Y la libertad lo primero. Tanto para el personaje como para el informador.
Kiko Hernández esta semana ha hablado de sus hijas y de la relación que mantienen con el hombre que se convertirá en su marido en septiembre. Si aún no lo es. Misterios tiene la iglesia y la ciencia. Otro tema. En su entrevista comenta que sus hijas llaman “papá” al actor En un acto, dos intimidades. Y su venta, previo pago. La del futuro marido anónimo que no quiere ser popular y la de sus hijas. De nuevo, la libertad. La suya. Y el derecho de otros a poder comentar lo que otros venden.
El amor no tiene límites. Y ya no es clandestino. Y no hay ostracismo. Ni oscurantismo. Ni bisexualidad. Sé es lo que se es. Gay o maricón. El orden de las palabras no altera el resultado. Ni la posición de la cama. Por más que en otros momentos, Kiko Hernández jugase con la verdad del amor o del sexo de otros. Y muy cercanos. Chelo García Cortes fue la risa del protagonista de ahora. Aquello es pasado. Y lo suyo, presente. Chelo fue una. Hubo muchos en una España progresista. La suya.
Kiko Hernández habla de su madre, sus hijas y su novio: un completo
En la última exclusiva de Kiko Hernández en su “no” revista de cabecera, la revista Lecturas, el colaborador habla de su madre, sus hijas y su novio. Un completo. Todo por un precio mayor. Hasta ahora, todo se vendía en la revista Diez Minutos. Ahora otros parece que pagan más. Un diez para el protagonista. Su economía es lo primero. Cada uno pone precio a sus cosas. Y en eso, nada que alegar, discutir u opinar. Al nivel de después acudir a la justicia por la intimidad y el honor de los menores o indefensos.
Otros lares y otros lodos, que no polvos, es la mención directa al productor de la función teatral anterior de Kiko Hernández en Distinto. Juan Andrés Aranque fue el productor y quien (presuntamente) se metía en el camerino para ver, observar, distinguir e intentar paladar. La imaginación es libre. Muy libre. Imputar tal hecho significa contar con pruebas para demostrar fehacientemente en lo que se cree, se piensa y se confirma. Ahí esta el Derecho como herramienta para demostrar. Más allá del sobreseimiento de su maestra presentadora. Ya no serán ni amigos. El tiempo, el amor y la mentira, distancia.
Hasta entonces, todo será un sueño. Y una realidad. El día que Kiko Hernández intentó “normalizar” la homosexualidad lejos de un país que no observaba en blanco y negro. Cada uno ve las películas en las versión que a cada uno le interesa. En color. Idioma o versión.