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La Policía de Tailandia sometió a Daniel Sancho a 'psicología inversa': detalles

El propio Daniel Sancho afirmó que la Policía tailandesa lo "trata muy bien": se trata de una técnica policial que también usa la Policía española para sonsacar información.

Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, junto a la Policía de Tailandia

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"La Policía me trata muy bien y me dicen que es porque he colaborado y me estoy portando muy bien", son palabras de Daniel Sancho, hijo del afamado actor Rodolfo Sancho. El joven de 29 años, acusado de asesinar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta, de 44 años, ya se encuentra en estos momentos en una prisión de Tailandia a la espera de que comience el juicio. Concretamente, Daniel Sancho será sometido -antes del juicio- a un aislamiento de diez días por protocolo covid-19, período durante el cual solo podrá ser visitado por el abogado contratado por la familia de Sancho con quien se reunirá este próximo martes.

En todo caso, destaca el comportamiento de la Policía de Tailandia. Lo están tratando "como a un rey", tal y como, sorprendidos, destacan muchos internautas en redes sociales. Sin embargo, lejos de ser un premio por su buen comportamiento, se trata de una técnica de interrogatorio usado por las policías de todo el mundo. También por la española.

La técnica de la psicología inversa

La psicología inversa se define como una técnica de persuasión consistente en influir para que una persona haga algo sugiriendo o demandando justamente lo contrario.

Y aplicando esta técnica a los interrogatorios de la Policía, tal y como confirman a ESdiario fuentes policiales consultadas, consiste en "tratar bien al detenido cuando la fase está en instrucción [investigación], en el momento en el que se encuentra sin un abogado, para que no perciba que está siendo interrogado" así "la Policía puede conseguir respuestas a cuestiones clave sin que parezca que ese es su objetivo". Se trata de una técnica de persuasión que "usa mucho los Mossos d'Esquadra", incide otra fuente consultada por este periódico.

En otras palabras, el que uno o varios policías tailandeses hayan permitido cenar en uno de los mejores restaurantes a Daniel Sancho, incluso dejándole utilizar el móvil, no es casual. Ni tampoco un premio por su buen comportamiento como afirma el hijo del célebre actor. Eso es lo que le han hecho creer. El estar en una cena rodeado por policías que, parece, se sienten agradecidos por la cooperación de Sancho es una moderna técnica de interrogatorio que sustituye a las cuasi torturas psicológicas y físicas de antaño: "es más fácil conseguir información clave cuando el reo está en un ambiente relajado y sin que parezca un interrogatorio al uso que cuando está en una sala con una mesa y con uno o varios policías delante parapetados por un cristal opaco", incide a este periódico una la fuente policial consultada.

El futuro que le depara a Daniel Sancho

La prioridad reconocida tanto de Daniel Sancho como de su defensa es conseguir traerlo a España. Al no ser un nacional tailandés es "difícil que lo condenen a pena de muerte", explica un abogado consultado por ESdiario, pero también es muy difícil que lo deporten a España, al no existir un convenio de extradición entre Tailandia y España, y consecuentemente es probable que acabe cumpliendo condena en el país en donde se cometió el presunto crimen.

Concretamente, el Código Penal tailandés recoge en su artículo 288 que el homicidio puede ser castigado con prisión de entre 15 y 20 años, cadena perpetua o pena de muerte.

En todo caso, existe alguna posibilidad de que la defensa de Daniel Sancho consiga traer a España al reo para que cumpla condena en su país de origen.

En primer lugar, en caso de que fuera acusado finalmente a pena de muerte, "para librarse de ella lo primero que han de conseguir es que la Fiscalía tailandesa o la familia del fallecido se querellaran ante los Juzgados españoles", comienza explicando a este periódico el abogado Pablo de Palacio.

"En este caso se aplicaría el principio de extraterritorialidad, es decir, la aplicación de la ley penal española a hechos cometidos fuera de las fronteras de España", prosigue.

"Asimismo, de ser condenado en Tailandia a pena de muerte, el Ministerio de Asuntos Exteriores podría pedir su entrega a España para garantizar el interés general de la nación e incluso solicitar amparo al Tribunal Europeo de Derechos Humanos", concluye.

En todo caso, de no ser acusado a pena de muerte y sí, por ejemplo, a cadena perpetua por el supuesto asesinato y posterior descuartizamiento, tendrá muy difícil el cumplir la condena en una cárcel española.