Bigote Arrocet, de luto. Y riguroso
Ahora resulta que el del 'Un, dos, tres… responda otra vez', relata en una emotiva carta que el poseedor de los secretos de María Teresa Campos son propiedad de su persona
Apenado. Triste. Emotivo. Dolorido. Y principalmente con ganas de 'Volver'. Y no es la película de Almodóvar. No. Es su historia. Contada en primera persona y con mucha valentía. Hoy España se levanta con Puigdemont más dentro que fuera y Edmundo más fuera, pero quiere entrar. En su derecho está. El que fuera pareja de María Teresa Campos durante 5 años y 7 meses de completa convivencia ha mandado una carta que hoy publica el periódico gratuito 20 minutos. Esto es el aperitivo. Ahora llega, el plato principal. Y habrá postre. Algo muy canario. El lugar donde comenzó el amor.
El último compañero de viaje de la comunicadora malagueña resalta sus capacidades personales y laborales. Aquí no hay más misterio que conocer la historia. 'Mis dos vidas' escrito por Teresa Campos en 2005 contaba gran parte del mérito de la trayectoria profesional de esta mujer nacida en Tetuán y criada en Málaga. La sorpresa viene cuando el del 'Un, dos, tres… responda otra vez', relata en una emotiva carta que el poseedor de los secretos de Teresa Campos son propiedad de su persona. Una palmadita en el hombro a Gustavo Guillermo, el hombre que conoció a la perfección a su jefa o “segunda” madre. Hay que llevarse bien. Por la cuenta que nos trae a todos.
El cómico chileno-argentino se despide de su Teresita con una carta con mucho arraigo sentimental. Edmundo Arrocet compartió momentos muy importantes de la último periodo feliz de María Teresa Campos. Después llegó el declive. El no amor y el no trabajo llevaron a la presentadora a la enfermedad del olvido.
Bigote ha tenido paciencia, templada y sosiego durante los últimos 3 años. Silencio. Mucho silencio. En este tiempo no ha querido contar la verdad que conoce de Teresa Campos. Es su momento. Ya nadie le puede rebatir su verdad. La otra protagonista no puede responder. Su verdad no tiene otra verdad. Tan sólo Gustavo Guillermo podría contar parte de lo que vio, sucedió y protagonizó. Y siguió. Tiene dos opciones. O bien a Gustavo se le informa de lo sucedido dentro de la casa de Guadalix de la Sierra o bien convertir a Edmundo en un invitado estrella para reencontrase con el hombre que fue el ojo avizor de todo lo que sucedía en aquellos años de “amor”. Todo está por ver. Edmundo ha vuelto. No sabemos si estaba de parranda.