El "guapo" de El Tricicle habla solo, por fin, y no deja nada en el tintero
Una carrera repleta de éxitos. En los escenarios y en las bambalinas. Furgonetas de un lugar otro, camas compartidas, mujeres que se enamoran y tienen como único objetivo ver amanecer.
Carles Sans triunfa con su "Por fin Solo".
40 años dan para mucho. En la vida y en las tablas escénicas. Así lo demuestra cada noche Carles Sans, una de las partes de El Tricicle. El Teatro Reina Victoria acoge hasta el próximo 15 de octubre el nuevo espectáculo de El Tricicle. Ahora no son tres. Y ahora se habla. Hace 40 años, un trío, Paco Mir, Joan Grácia y Carles Sans deciden emprender una carrera. Cuatro décadas con un público fiel dentro y fuera de nuestras fronteras. Cataluña fue su cuna, Madrid su despliegue. Viven La Movida de los 80. Compañeros y amigos hasta hoy.
Un tercio de aquel grupo, Carles Sans ha decidido llevar al teatro lo que ha sido su vida. Cómo se ha forjado y de dónde viene. 80 minutos de risas y nostalgia. Vida pura. España, Japón, América conocen de sus artes teatrales.
Por fin Solo recuerda una carrera de teatro y repleta de éxitos con los personajes mudos. En los escenarios y en las bambalinas de las actuaciones, furgonetas que los trasladan de un lugar otro, hoteles con camas compartidas, japonesas que se enamoran de los componentes de El Tricicle y tienen como único objetivo ver amanecer. Puertas de hoteles con portazo.
La madre de Carles Sans se presentaba como la madre del guapo de El Tricicle
Un guiño emotivo a la memoria de sus padres, quiénes se asombran cuando el hijo, Carles Sans, decide abandonar los estudios de Derecho para hacer reír. Un mundo sospechoso en aquellos años de más grises que blancos y negros. El principio no pintaba bien. A mitad de camino todo cambió. La madre del Sans se presentaba como la madre del guapo del Tricicle.
Un escenario completamente vacío. Luces estridentes que cobran protagonismo con los cambios de personaje. En voz y movimiento. Y minutos antes de finalizar el espectáculo, la fotografía de sus dos compañeros Paco y Joan, durante ocho lustros, en un gran pantalla con un mensaje "A estos los echo de menos".
Por fin solo viene a explicar, ahora, qué sentido tuvo aquello del mimo entre los tres artistas. Es un homenaje a una carrera. La de sus compañeros. Consigue levantar al público sentado en sus butacas del Teatro Reina Victoria de Madrid de miércoles a domingo desde el pasado 6 de septiembre cuando se estrenó en la capital. Todo indica que seguirá sucediendo hasta el 15 de octubre cuando se presente Carles Sans en otros rincones teatrales de nuestro país.