Edmundo Arrocet, Gema Serrano y Alfonso Merlos, un trío casi perfecto
Ha regresado. Y con la misma historia. Bigote también. La de su Teresita y sus cositas. Y una vez convertida en ceniza. La cobardía de los valientes. ESdiario tira de hemeroteca...
La cómica y amiga de los cómicosha vuelto. Su regreso se produce en el momento en el que Bigote Arrocet ha hablado de su amada “Teresita”. Lo ha hecho en el programa Fiesta de Telecinco dirigido “magistralmente” por Eva Espejo. Serrano ha optado por otra franja semanal. Del lectivo al festivo
Gema quiere desenmascarar a la familia de Teresa Campos. Su intención es un derecho. Su opinión quizás pueda ser detestable. El derecho y la opinión deambulan por senderos diferentes. Ya sucedió a final de abril de 2020. Entonces tenía un protector,La historia ha cambiado. Va a medio vestir y con tanga desteñido. Una metáfora, quizás, cómica.
La campaña de desprestigio hacia Alfonso Merlos
Gema Serrano es siempre la otra. No ha sido la primera vez, ni la segunda. Ya es la tercera. Primero aparece con Edmundo Arrocet y su “panda”. En abril de 2020, fue la otra deen el asunto del “desnudo y otras pandemias”. Una campaña de desprestigio hacia Merlos porque no era de extrema izquierda o izquierda extrema. Eso destilaba el asunto. Y sin olores.
En el plató de Sálvame se sentaba para contar que mantenía una estrecha relación con Alfonso Merlos. Y con la ayuda del nuevo “fiscal” Jorge Javier Vázquez. Sin oposición. Fiscal por un acceso distinto. Y sus palmeros disipando. Menos dos de ellos. En silencio se producen las llamadas. La tarde del 28 de abril de 2020, Gema Serrano asegura que Alfonso Merlos era “egoísta en la cama”. Un colaborador puso en tela de juicio el testimonio de la “cómica” Serrano.
Perdón a todos los cómicos del mundo. Ser payaso es el mejor oficio del mundo. Ser mamarracho es otra labor. Digna. Aún otra. En aquellas tardes primaverales donde el pueblo aplaudía en sus balcones mientras juzgaban a un tercero, Serrano y Vázquez fueron una sociedad pandémica. Dictatorial. Fría y perversa. Y si no se les daba la razón, los demás eran unos sinvergüenzas. Además de temas menores con la denominación fascistas. Ya no tiene fuerza la palabra de tanto desuso.
La palabra sinvergüenza, la dijo el dueño del cortijo cuando una Gema, elegante fina y sonriente , hizo creer al público que fue amante de Merlos y amiga de Bigote. O viceversa. Hombres y mujeres. Sinvergüenza por cuestionar la verdad ante la barbarie de una mentira.
La gran diferencia entre Alfonso Merlos, Bigote Arrocet y Gema Serrano
Gema Serrano ha regresado. Y con la misma historia. Bigote también. La de su Teresita y sus cositas. Y una vez convertida en ceniza. La cobardía de los valientes. La gran diferencia con Merlos. Gema y Bigote siguen erre que erre. Alfonso lo tiene todo en los juzgados de Molina de Segura (Murcia). Y apunta judicialmente, según fuentes de total solvencia.
Los padres de Alfonso Merlos luchan por su verdad lejos de la injusticia provocada por la audiencia. Aquello no existe. El programa. Se inmolaron. El programa saltó por los aires dinamitado por la mentira. Y sin peaje en Cuentos Chinos. Fue un chiste.
El proceso judicial de Merlos continúa. Bigote con su historia. Y “la Serrano” a la suya. Ella con botas altas y el chileno con mocasín. Es la misma historia. Ya no suma. Tampoco resta. La invitan y cuenta previo pago. Gema Serrano la mujer que vuelve a un corral de la comedia. De otro tiempo. Un trío casi perfecto