Ana Obregón, otra vez rota de dolor, toma una dura decisión sobre Lequio
El nacimiento de su hija-nieta no ha traído toda la felicidad que esperaba la actriz y presentadora. El motivo de su tristeza es la postura que ha adoptado su abuelo, que no cede nada.
Es más de una ocasión públicamente Alessandro Lequio se ha desvinculado de todo trato de su ex pareja, y madre de su fallecido hijo Aless, Ana Obregón. Lo ha hecho afirmando, normalmente aprovechando la plataforma que le ofrece Telecinco, que su familia son exclusivamente su mujer y su hija, cerrando así la puerta de conocer a su nueva nieta, Ana Sandra.
La decisión del conde televisivo es firme y ya lo afirmaba este verano, pero la polémica se ha vuelto a avivar por una reciente entrevista concedida por Obregón a Ana Rosa Quintana y su programa en Mediaset España, TardeAR.
Ana Rosa, amiga de Lequio, sacaba el tema de que no haya conocido a su nieta, “me da mucha pena”, decía y animaba a la presentadora, actriz y bióloga a manifestarse sobre el asunto y decir, “¿dónde está mi cámara” para dirigirse directamente al padre de su hijo fallecido:
“Alessandro, te adora. Esto es muy fácil. La casa está abierta. La puerta está abierta. Se lo dije el otro día... Mira, la niña tiene muchas ganas de verte. Sonríe al ver tus fotos. Es la hija de tu hijo. Sería muy feliz Aless si pudieras abrazarla. Estoy deseando que Anita conozca a tu hija y a María (la actual pareja de Alessandro), que las adoro”.
Lequio, muy duro
Justo el día después, Alessandro Lequio participaba en el programa de la misma cadena, el de Joaquín Prat y su Vamos a Ver, y respondía con dureza al guante lanzado por Ana:
“Lo que sí hay que decir es que una bebé de siete meses no tiene capacidad para desear conocer a alguien, eso es directamente absurdo (…) Tú me estás pidiendo juzgar determinados comportamientos, yo no puedo hacerlo. No lo voy a hacer, porque si empiezo entonces no acabamos".
Inmediatamente después, Lequio reforzada su idea: “mi familia son mi mujer y mi hija”.
Y no su actitud, sino esta frase (por repetición) ha terminado por agotar la paciencia de Ana Obregón que, rota de dolor, ha tomado una drástica decisión sobre todo lo relacionado con ella, con Lequio y con su nieta, que ya ha cumplido seis meses.
Según el programa Fiesta, que conduce Emma García en las tardes de los fines de semana en la primera cadena de Mediaset, “le ha sentado mal que diga que su familia son su mujer y su hija. Que lo repita constantemente, le ha sentado mal. Ha ido a Barcelona porque va a hacer una firma de libros del hijo. La determinación que ha tomado Ana Obregón después de la última intervención de Alessandro Lecquio es que no va a volver a hablar más de él”.