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Palos en El Pardo entre la Reina Letizia, Don Juan Carlos y los Ortiz Rocasolano

La celebración privada estuvo marcada por el protagonismo de la Princesa Leonor, algunas ausencias destacadas y la tensión familiar a costa del veto al Emérito. Se lo contamos todo.

La Princesa Leonor abraza a su madre en los actos de su jura la de la Constituoción.

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Un día alegre y esperanzador para España pero que no ha estado exento de una polémica que trasciende de lo institucional a lo familiar. Como les hemos contado ampliamente en ESdiario, este pasado 31 de octubre la Princesa Leonor juraba la Constitución en un acto solemne ante las Cortes Generales en el Congreso de los Diputados que se prolongaba a una posterior recepción en el Palacio Real.

La heredera de la Corona y el Rey Felipe VI fueron los principales protagonistas de esos actos pero la Reina Letizia, en un segundo plato, provocaba todo tipo de comentarios por su rostro algo más que serio, con un gesto evidente de enfado.

El cariacontecido rostro de Doña Letizia pronto fue de lo más comentado en las redes sociales pero también en los medios de comunicación. Las especulaciones, por el motivo del real enfado, pronto se sucedieron.

La misma tarde del martes 31, Ana Rosa Quintana ‘disculpaba’ la actitud de la Reina y lo achacaba a un problema de salud “me cuentan que ha pasado mala noche y que estaba enferma”, afirmaba la conductora de TardeAR de Telecinco. Una invitada al espacio, habitual cronista de la Casa Real, corroboraba las palabras de Ana Rosa:

Ha pasado mala noche. Los nervios propios de quien tiene una hija que se va a exponer a esta tensión le han debido de pasar factura, pero ella estaba orgullosísima y creo que se le ha notado esos nervios contenidos desde anoche”.

Pero, tras los actos protocolarios, la fiesta se reducía a lo estrictamente privado y el nuevo escenario se trasladaba al Palacio de El Pardo. Allí, la Princesa de Asturias se ‘vestía’ niña, de Leonor, para celebrar familiarmente su cumpleaños. Rodeada de algunos amigos y de parte de la familia, la Princesa festejaba su mayoría de edad ajena a algunas polémicas internas que han marcado en rojo este día.

Tensiones familiares

Según ha podido constatar ESdiario de fuentes solventes próximas a la Casa Real, el veto de asistencia a la jura a su abuelo, el Rey emérito Juan Carlos, ha sido el desencadenante de una tensa reunión familiar.

El abuelo quería asistir al histórico juramento en el Congreso y al conocer del veto de La Zarzuela exigía, por petición expresa del Emérito, que tampoco asistiesen los abuelos maternos de Leonor, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz. Ello provocaba el enfado de la Reina Letizia y “de ahí su rostro serio en los actos públicos, que nada tiene que ver con una supuesta indisposición”, aseguran las fuentes consultadas.

Este malestar se trasladó al cumpleaños donde se vivieron momentos muy tensos, pero disimulados para no aguarle la fiesta a la Princesa, entre Don Juan Carlos y la Reina Sofía y los Ortiz y Rocasolano. Prácticamente ni se dirigieron la palabra.

Quienes evitaron hasta el saludo, según aseguran a ESdiario estas fuentes solventes próximas a Zarzuela, fueron la Reina Letizia y el Rey emérito que se mantuvieron a una distancia física más que evidente y no se dirigieron la palabra.

La lista de invitados fue más reducida de lo que inicialmente se esperaba porque fallaron algunos primos. De los Urdangarin sólo Irene estuvo presente, acompañando a su madre la Infanta Cristina. La Infanta Elena, por su parte, llegaba acompaña de su hijo Felipe Juan Froilán. Victoria Federica, de viaje en Perú o Carla Vigo, fueron dos de las primas que tampoco acompañaron a Leonor.