La fiesta privada de Leonor siguió en una discoteca ya sin familiares incómodos
Mucho se habló de la celebración privada en el Palacio de El Pardo de la mayoría de edad de la Princesa Asturias. Sin embargo, lo de la cita familiar fue solo el primer plano de la noche.
Tres días después del 18º cumpleaños de la Princesa Leonor, siguen conociéndose detalles de las que sin duda fueron las 24 horas más importantes en la vida de la hija mayor de los Reyes Felipe y Letizia. Y es que el día dio para mucho y las celebraciones por su mayoría de edad no se terminaron con la fiesta privada que reunió a última hora de la tarde a gran parte de su familia en el Palacio Real del Pardo.
Y es que tal y como han revelado en Espejo Público la Princesa de Asturias puso el broche de oro a su cumpleaños disfrutando de la noche en una conocida discoteca de la capital con un grupo de amigos. Según Gema López, Leonor estuvo en la zona VIP y disfrutó por fin de su cumpleaños como cualquier chica de su edad (tras un día especialmente duro y exigente tanto por su trascendencia institucional por la jura de la Constitución como por el reencuentro con su familia paterna) pasando desapercibida gracias a que al ser Halloween había numerosas personas disfrazadas.
Un plan nocturno que también hicieron sus primos. Froilán, al parecer, se fue de cena con su pandilla tras la celebración en El Pardo, y después continuó la fiesta en una de las discotecas de moda de Madrid. Igual que Miguel e Irene Urdangarín, que también se habrían reunido con un grupo de amigos en la zona VIP de uno de los locales más exclusivos del momento, e incluso habrían acabado bailando encima de los sillones y hablando por videollamada con Victoria Federica.
Lo que no se sabe (hasta el momento) es si la Princesa Leonor eligió la misma discoteca que sus primos o prefirió ir a otra con sus amigos, con los que disfrutó hasta altas horas como cualquier chica haría en su 18º cumpleaños.
No es la única información que ha trascendido sobre la celebración de la heredera. Según Pilar Eyre el Rey Felipe y Don Juan Carlos no hablaron en privado durante fiesta en El Pardo. El trato fue cordial y se despidieron amigablemente, pero no se produjo esa conversación padre-hijo que muchos esperaban tras la llamativa ausencia del Emérito en la jura de la Constitución de la Princesa Leonor como heredera al trono.