Escándalo Conde-Pumpido: del hospital a disfrazarse de repartidor de Glovo
Lo del hijo del presidente del Tribunal Constitucional, acusado de una violación grupal, lleva camino de pasar de novela negra a tragicomedia. Desde luego él está poniendo de su parte.
Cándido Conde-Pumpido ha reaparecido en las últimas horas después de que el programa de Telecinco Vamos a ver revelase que el ex de Lara Dibildos estaría ingresado en la planta de psiquiatría de un hospital madrileño tras su detención por un presunto delito de agresión sexual a una joven brasileña el pasado 3 de noviembre.
Mientras la investigación sigue adelante, el abogado -que se encuentra en libertad sin cargos tal y como cuenta Chic, ha negado en todo momento los hechos y ha anunciado que va a querellarse contra esta mujer por su denuncia falsa- no parece llevar las acusaciones con tranquilidad. Esta controvertida acusación, y la presión mediática que ha sufrido en la última semana, habría afectado y mucho a su estado de salud, ya que al parecer sufre una patología psiquiátrica por la que habría estado ingresado en otras ocasiones.
En medio de estas preocupantes informaciones ha reaparecido, y lo ha hecho en su domicilio en el barrio de Canillejas de una manera tan surrealista como impactante. Este pasado jueves 9, mientras los medios de comunicación especulaban con su ingreso en la planta psiquiátrica de un hospital, el hijo del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido llegó a su domicilio con un casco de moto puesto y fingiendo ser un repartidor a domicilio para dar esquinazo a la prensa: "Soy repartidor de Glovo", aseguró esquivo antes de entrar en la casa.
Tal y como recoge el citado portal, poco después, el hijo de Conde Pumpido hizo unos movimientos de lo más extraños, al hacer malabares desde el interior de su propiedad para intentar colocar la cámara de su teléfono móvil en diferentes posiciones estratégicas para grabar a los medios de comunicación que hacen guardia en el lugar para intentar conseguir sus primeras declaraciones tras su detención por una presunta violación.
Lejos de quedarse ahí, Conde-Pumpido ha salido a las puertas de su casa con el casco de la moto puesto -aunque se le reconoce perfectamente- y ha decidido romper su silencio públicamente ante los micrófonos de Europa Press, no sin antes advertir a la prensa: "Como volváis a poner una cámara en mi casa enfocando hacia adentro de mi casa, pondré una denuncia".
Conde-Pumpido, contra los reporteros
Algo que no ha sucedido en ningún momento, aunque Cándido Conde-Pumpido decidió grabar con su teléfono a los reporteros. "Os estoy grabando yo igual que me estás grabando tú, pero tú lo estás haciendo dentro de una vivienda", dijo, acusando a los medios de comunicación de haber provocado desperfectos en la puerta de su residencia y de haber quitado de la puerta un cartel de 'vado permanente'. "Estáis invadiendo una propiedad. Grabando hacia adentro. Habéis puesto cámaras en sitios que enfocan hacia adentro", añadió molesto y visiblemente nervioso, agachándose para buscar cámaras ocultas por el suelo.
Pumpido, no obstante, reveló también cómo se encuentra y ha confirmado su reciente paso por el hospital: "No voy a hacer ninguna declaración, solo os pediría que respetaseis la intimidad de mi casa, en el momento que tenga que declarar, yo declararé. Estoy muy tranquilo. Muy, muy tranquilo". "Pasé por Urgencias por una crisis de ansiedad, efectivamente, pero nada grave. Una situación de estas te genera bastante tensión" ha explicado, dejando en el aire si ha podido hablar con Lara Dibildos, si mantenía una relación con la mujer brasileña y si es cierto lo que ha contado sobre la presunta agresión sexual: "No hago declaración, no hablo de mi vida privada, ni de esto ni de nada. La vida privada es privada".