La peor pesadilla de Tamara Falcó, que retrasó su boda con Onieva, "resucita"
Ahora que parecía que todo sonreía a la marquesa de Griñón, no solo en el terreno económico y laboral, sino también en el que más se le resiste, el sentimental, aparece un nubarrón negro....
Después de algunos meses de tranquilidad vuelven las "otras mujeres" a la vida de Íñigo Onieva.
Los rumores siempre acompañaron la relación de pero la marquesa de Griñón nunca aceptó ningún tipo de deslealtad por parte de su entonces novio hasta que no trascendieron las ya famosas imágenes del empresario besando a una desconocida en un festival de música.
Fue en ese momento, el del mítico nanosegundo en el metaverso, en el que Tamara admitió lo que era evidente y suspendió su compromiso con Onieva.
Tanto se lo curró Íñigo que finalmente Tamara le perdonó, se casaron, fueron felices, comieron perdices y llevaban meses en una eterna luna de miel (el estado natural de ambos parece ser viajando desde entonces).
La eterna luna de miel viajera de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, interrumpida por Carolina Moura
Y cuando todo parecía paz, felicidad y tranquilidad y la televisiva marquesa unía a su buena racha económica y profesional la sentimental, un nuevo-viejo nubarrón aparece en el horizonte para revivir viejos fantasmas: los de las presuntas deslealtades de Onieva estando con Falcó.
Ha sido la influencer Carolina Moura la que ha desenterrado esta pesadilla para la marquesa desvelando que el hoy marqués consorte se puso en contacto con ella en repetidas ocasiones. En sus declaraciones a La influencia show, la joven asegura que ni sabía de quién se trataba y que nunca le respondió.
"¿Te tiró la caña estando con Tamara?", le preguntaban y ella asentía: "Sí, pero no lo sabía. No sabía quién era". Tanto que para ella, Íñigo era "un tío random" que le había escrito y que incluso le había felicitado "varias veces" por su cumpleaños.
Se dio cuenta hablando con su madre de ellos, les buscó en redes y se dio cuenta de que Íñigo le había escrito "un montón de veces". Eso sí, dejaba claro que no pasó nada: "Nunca le contesté, él me hablaba en plan monólogo, él solo".