María del Monte muestra por qué es una Grande de España y de la prensa rosa
Antonio Tejado ha conmocionado la prensa de nuestro país y desde hace unos días no se habla de otra cosa que de él. Lo que hizo su tía, sin embargo, deja claro lo que hay delante y detrás.
Lo ha demostrado una vez más. Y no es la segunda. Son más de tres. La cantante María del Monte ha dado una lección en los juzgados de Sevilla sobre qué es un personaje de verdad versus un personaje de “mentirijillas”. Del Monte ha sido la “zorra” más audaz. No como estrategia sino como lema de vida. Es su vida. La suya. Y la de los suyos. Y entre ellos está la prensa del corazón.
María ha comparecido ante todos los medios de comunicación este viernes en los juzgados de Sevilla como acusación particular. A su salida ha despachado con los periodistas presentes. Sin exclusiva. Sin mediadores. A pelo. Así es ella. Nunca ha “mercadeado” con su vida. Y eso tiene y debe tener un precio.
La interprete de Salta la Rana es el personaje de la semana. Quizás del mes. O del año. La artista nunca ha hablado de su vida privada bajo cheque. La diferencia. Todo lo ha hecho según sus motivaciones personales que no crematísticas. La diferencia entre un personaje público y uno famoso. son personajes públicos por su trabajo. Nunca porque hayan vendido su vida. Nada que ver con la actualidad mediática. Alejandra Rubio, Carlo Costanzia o Chabelita. Otro rango. Para bien y para mal. Una decisión personal. Todo respetable.
La cantante ha demostrado este viernes que es Grandeza de España (y de la prensa del corazón). La artista no tendría que dar explicaciones de lo que sucede con el proceso judicial que presuntamente lo enfrenta a su sobrino Lejos de la realidad. Otra cosa es su forma de actuación. Ahora ha pedido “entendimiento” con su situación. Tendrá que ser así. Y será.
María del Monte cuenta con el perfil judicial y familiar para decidir si quiere o no salir de casa. Y a pesar de ello, lo ha solicitado con la mejor de las maneras. De otra forma lo hubieran ejecutado otros personajes del cuore e hijas “de” sin porvenir seguro más allá del mediático vendiendo su vida.
María no. No es Alejandra Rubio. No es Carlo Costanzia. No es Es otra esfera. Llegó a este mundo con mucho trabajo y sacrificio. Y con el aprecio y dedicación de la prensa. Y viceversa. Nada es gratuito. Y ellas lo saben. Y nosotros también. Una está casada con una profesional de los medios y la otra con un condenado por la Justicia. Pobre Terelu.