Jorge Javier intenta hacer leña de Elena Tablada y se gana el corte del siglo
A veces los mejores concursantes son los peores para la organización de un reality e incluso reciben el mote más hiriente. El veterano presentador intentó remediarlo... sin demasiado éxito.
Javier Ungría en Supervivientes.
Es lo que tienen algunos concursantes de realitys. Que son maravillosos en el sentido de su capacidad de adaptación para llevarse bien con todo el mundo y no meterse en problemas, algo que en principio debería ser bueno para ellos y sus compañeros, y sin embargo esto se puede convertir en un grave problema tanto para los espectadores como para la organización del concurso. Más que nada porque el buenismo en televisión no da contenidos, ni titulares y aburre a la audiencia soberana.
Tanto es así que a este tipo de concursantes rápidamente los televidentes les ponen un mote muy concreto: "mueble". Este asunto no gusta nada a los responsables del reality porque supone pérdida de espectadores.
Y esto fue precisamente lo que intentó evitar este jueves de Gala de veterano en estas lides, con Javier Ungría.
El exmarido de al contrario que otros concursantes como o Angel Cristo Jr. está teniendo un perfil más bien bajo en estos primeros días de aventura. Vamos que en principio está en Honduras por ser expareja de quien es y lo que se esperaría de él es que aprovechara su paso por la isla para arremeter contra la madre de su hija Camila o revelar detalles de la batalla legal que mantienen desde su separación en verano de 2022 para llegar a un acuerdo de divorcio.
Javier Ungría, un concursante ideal para los demás concursantes, no tanto para Supervivientes
Nada más lejos de la realidad. El gozo de los más morbosos en un pozo porque Ungría se está limitando a luchar por sobrevivir y ayudar a su equipo en Playa Condena. Paciente, trabajador y positivo, el sobrino de Miriam Ungría se lleva bien con todos (en su grupo están Pedro García Aguado, Gorka, Rocío Madrid, Aurah Ruiz, Rubén Torres, Blanca Manchón y Lorena Morlote, primera expulsada).
Esto ha hecho que no haya tenido ningún momento de protagonismo. Hasta este jueves. Consciente de que había que sacarle de su plácido letargo , el presentador Jorge Javier Vázquez no dudó en agitar un poco el brasero y preguntarle directamente por su exmujer: "Te iba a contar una cosa, este sábado se juegan la expulsión en Bailando con las estellas Miguel Torres y Elena Tablada, ¿algún deseo?".
Claro que las esperanzas de la dirección de de echar leña al fuego (nunca mejor dicho) fueron en vano porque la reacción del empresario fue tan inesperada como constructiva: "Quiero que Elena siga adelante, por supuesto, cuánto mejor le vaya a ella, mejor. Es la realidad, mejor estará ella, mejor estará mi hija, mejor estaremos todos. Si ella está feliz, yo encantado".