La boda de José Luis Martínez Almeida reúne en Madrid a la familia del Rey
El edil se ha convertido este sábado en familia del Rey mediante un enlace en el que destacaba la ausencia de la reina Sofía, que se ha unido más tarde, llegando sola al banquete.
Por fin ha llegado el esperado día y José Luis Martínez Almeida y Teresa de Urquijo se han dado el sí quiero este sábado en una iglesia ubicada en la céntrica calle de Serrano, en Madrid. Se trata de un evento de gran relevancia política y social, pues al margen de la gran popularidad que rodea al alcalde de Madrid, la novia está emparentada con la familia real y es nieta de Íñigo Moreno de Arteaga y Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, prima de Juan Carlos I.
El rancio linaje de la novia, emparentada con la Familia Real, ha hecho que el evento se convierta en el acontecimiento social más esperado de los últimos tiempos, recibiendo, por primera vez en mucho tiempo en Madrid, a un esperado rey Juan Carlos, al que han acompañado sus hijas, las infantas Elena y Cristina.
El novio aparece visiblemente nervioso
Martínez Almeida reconocía a su llegada a la iglesia estar algo nervioso y sobrepasado por la atención que estaba recibiendo su enlace, donde los medios le preguntaban cómo se encontraba: "Voy a echar más agua que Neptuno a este paso", ha bromeado el alcalde, haciendo referencia a las altas temperaturas que le acompañaban por el clima y el traje escogido para el gran día.
Y no era para menos. Lejos de ser una concentración de políticos y personas afines al partido donde milita el alcalde, la boda se ha convertido en una reunión de alta sociedad. Invitados como los hijos de la infanta Elena, Froilán y Victoria Federica, numerosos representantes de la nobleza y conocidos rostros de la política han hecho acto de presencia en la iglesia de Los Jesuitas esta mañana para acompañar a los novios.
Un encuentro en el que no han faltado las coincidencias en estilismo por parte de dos de las invitadas y en el que la novia llegaba seis minutos pasadas las 12 de mañana a la cita más importante de su vida, luciendo mismo vestido de novia que en su día llevaron su abuela y su madre.